"DEL VALLE DE LOS CAÍDOS AL VALLE DE LOS TRAIDORES". ARQUITECTURA Y DISEÑO. Por Carlos Garcés.

ARQUITECTURA Y DISEÑO.

El Valle de los Caídos es una obra monumental que fue concebida como un gran monumento funerario y de memoria, y destaca por su grandiosidad, monumentalidad y un diseño que combina elementos arquitectónicos clásicos y modernos, con una fuerte influencia del estilo neoclásico y el uso de materiales tradicionales.

Ubicación y contexto físico.

El monumento está situado en un entorno natural de gran belleza, en un valle rodeado de montañas, lo que condicionó tanto su diseño como su integración en el paisaje. La localización, en un paraje montañoso y boscoso, responde a un propósito simbólico y también práctico, ya que se aprovechó la configuración del terreno para integrar la basílica y otros elementos dentro de la roca y el entorno natural.

Elementos principales del diseño arquitectónico.

La Basílica subterránea.
La pieza central del conjunto es la basílica, que está situada bajo la explanada superior del monumento, excavada directamente en la roca granítica de la montaña. Esta basílica es una de las mayores iglesias subterráneas del mundo.
- Planta y estructura: La basílica tiene planta de cruz latina, con una nave principal muy amplia y dos naves laterales. La altura y las dimensiones son impresionantes, con bóvedas y columnas que sostienen la estructura.
- Materiales: Se utilizaron materiales tradicionales, como el granito, piedra natural y mármoles, lo que contribuye a la monumentalidad y solemnidad del espacio.
- Iluminación: La iluminación es tenue y natural, con ventanas y aberturas cuidadosamente diseñadas para crear un ambiente recogido y contemplativo.
La cruz monumental.
Una de las características más reconocibles del Valle de los Caídos es la cruz de 150 metros de altura que corona el conjunto.
- Diseño y proporciones: La cruz está diseñada para ser visible desde muchos kilómetros a la redonda, convirtiéndose en un símbolo arquitectónico dominante en el paisaje. Está construida en piedra y hormigón armado, con una estructura interior reforzada para soportar su gran altura.
- Función: Además de su valor simbólico, la cruz se convirtió en un referente visual que integra el monumento en el entorno natural, marcando un punto de referencia en la sierra.
La explanada y la escalinata.
Frente a la entrada de la basílica, se encuentra una gran explanada elevada, accesible mediante una larga escalinata que asciende desde el valle.
- Diseño de la escalinata: Es un elemento crucial que conecta el espacio natural con el monumento construido. Sus peldaños son amplios y diseñados para facilitar la procesión y la circulación de grandes grupos de visitantes.
- Simetría y perspectiva: La escalinata y la explanada están dispuestas simétricamente, enfatizando el eje central que conduce hacia la basílica y la cruz, generando un efecto visual de gran solemnidad y orden.
La cripta y los panteones.
Dentro del conjunto hay varias criptas y panteones, destinados a albergar los restos de diversas personas.
- Diseño interior: Estos espacios son sobrios, con acabados en piedra y mármol, integrando nichos y sepulturas en paredes y suelos. La iluminación es suave, con el fin de crear un ambiente íntimo y de recogimiento.
Las zonas exteriores y jardines.
El diseño exterior del monumento incorpora amplias zonas ajardinadas, caminos, y espacios abiertos que facilitan la circulación y la contemplación del conjunto.
- Integración con la naturaleza: Los jardines y paseos están diseñados para armonizar con la vegetación autóctona y la topografía del lugar, respetando el entorno natural y creando una transición fluida entre el paisaje y la arquitectura.
- Materialidad: Se emplean materiales naturales y tradicionales, como piedra, madera y vegetación local, para dar continuidad visual y sensorial al conjunto.

Técnicas constructivas y materiales.

Excavación en la roca: Uno de los mayores retos técnicos fue la excavación de la basílica en el granito. Se utilizaron técnicas avanzadas para la época, combinando trabajos manuales y maquinaria especializada para extraer y modelar la roca.
Hormigón armado: Fue empleado en la estructura de la cruz y otros elementos arquitectónicos para garantizar estabilidad y durabilidad.
Piedra natural: Gran parte del acabado externo e interno se hizo en piedra granítica, extraída en la misma zona, aportando robustez y resistencia al conjunto.
Mármol y otros acabados: En la basílica y espacios interiores, se emplearon mármoles y piedras finas para los detalles y acabados, elevando la calidad estética y el lujo del monumento.

Estilo arquitectónico.

El estilo del Valle de los Caídos se puede calificar como una mezcla entre neoclasicismo y monumentalismo.

Neoclasicismo: Se refleja en la simetría, la proporción, el uso de columnas, pilastras y la austeridad decorativa.
Monumentalismo: La escala grandiosa, la utilización de volúmenes simples y masivos, y la predominancia de la cruz como elemento vertical y símbolo destacado.

No hay ornamentación superflua; el diseño busca la sobriedad, la serenidad y una solemnidad acorde con la función funeraria y conmemorativa del espacio.

Evolución y mantenimiento.

A lo largo de los años, el Valle de los Caídos ha experimentado trabajos de conservación y restauración, manteniendo el diseño original, pero adaptándose a nuevas necesidades técnicas, como la instalación de sistemas modernos de iluminación, climatización y accesibilidad.

En resumen, el Valle de los Caídos es una obra de arquitectura monumental, que se distingue por:

Su basílica excavada en roca, una obra de ingeniería y diseño de gran complejidad.
La cruz monumental, símbolo arquitectónico y elemento de gran impacto visual.
La integración armoniosa con el entorno natural, mediante jardines y materiales propios del lugar.
Un estilo sobrio y neoclásico, que enfatiza la solemnidad y la monumentalidad.