VOX, EL DISFRAZ PATRIÓTICO AL SERVICIO DEL SISTEMA CRIMINAL. Por Carlos Garcés.


Introducción:

En estos tiempos donde la desinformación, la confusión y la manipulación campan a sus anchas, resulta imprescindible recordar lo que vengo denunciando desde finales de 2017 sobre VOX. A pesar de su discurso vehemente y sus promesas patrióticas, VOX no es más que otra pieza más dentro del mismo sistema corrupto y traicionero que nos asfixia desde hace décadas.

Este artículo retoma esas denuncias, haciendo hincapié en un artículo de 2022, porque las pruebas y los hechos no dejan lugar a dudas: VOX no es la alternativa que muchos buscan, sino un producto diseñado para engañar y perpetuar la situación de opresión.

Puedes consultar el artículo original de 2022 aquí:

👉 Vox, enemigo de la vida, de la libertad y de la verdad (2022)

VOX, EL DISFRAZ PATRIÓTICO AL SERVICIO DEL SISTEMA CRIMINAL. Por Carlos Garcés.

Que VOX es un engaño, una estafa patriótica, un producto de laboratorio al servicio del mismo sistema que dice combatir, ya lo sabíamos muchos desde hace tiempo. Ya lo escribí y lo argumenté con hechos en un artículo de 2022 titulado “VOX, enemigo de la vida, de la libertad y de la verdad”. Pero la ceguera interesada de buena parte de la sociedad española sigue siendo alarmante. Hoy, más que nunca, hay que volver a decirlo con todas las letras: VOX ES OTRO PILAR MÁS DEL MISMO TEATRO CRIMINAL QUE HA ARRUINADO ESPAÑA.

Ahora, con las elecciones acercándose, VOX intenta blanquearse a toda prisa. De repente, dicen estar en contra de la AGENDA 2030. Pero ¿dónde estaba esa crítica cuando era el momento de levantar la voz? ¿Dónde estaba esa supuesta rebeldía cuando se trataba de plantar cara de verdad al globalismo, a la dictadura sanitaria, al expolio de las autonomías o a la ingeniería social que destruye nuestras raíces?

VOX actúa como el resto, gritan lo que el votante quiere oír, mientras en la práctica mantienen lo que les asegura un escaño y un sueldo.

¿No eran las autonomías el mal de España? ¿No iban a acabar con ellas? ¿Y qué han hecho desde que se reparten consejerías en gobiernos autonómicos? Nada. Absolutamente nada. Ni una sola medida efectiva, ni una sola renuncia. Se ve que, una vez dentro, las autonomías dejaron de ser un problema, porque ahora viven de ellas. Y viven bien.

¿Y qué decir de su traición durante la farsa sanitaria? VOX estuvo de acuerdo con el confinamiento, mejor dicho secuestro, que nos encerró como animales en nuestras casas, sin Derechos ni libertades. Es más, proponían un confinamiento alternativo, como si existiera una manera “patriótica” de pisotear al pueblo. Apoyaron el uso obligatorio de mascarillas, mejor dicho bozales, llevándolas incluso con la banderita de España, insultando con ello a los españoles de bien, como si eso lavara su complicidad con la dictadura sanitaria. 

Salían a aplaudir a los balcones cada día a las 8 de la tarde, formando parte del circo de sumisión colectiva. Y votaron a favor del pasaporte vacunal en Bruselas, como también han votado a favor de todas las medidas sanitarias en el Congreso de los Diputados, en los parlamentos autonómicos, en diputaciones, ayuntamientos… Estén o no en el gobierno. Siempre han apoyado las mismas restricciones, los mismos abusos, las mismas imposiciones que dicen combatir.

Y por si fuera poco, presentaron en el Registro de la Secretaría del Congreso de los Diputados una propuesta para que los niños de 0 a 6 años fueran vacunados contra el COVID, incluso sin el consentimiento de sus padres. ¿Qué clase de defensa de la libertad es esa? ¿Qué valores morales sustentan semejante barbaridad?

VOX ha demostrado con hechos su desprecio absoluto por la vida, por la dignidad de las personas y por los derechos más elementales. No se diferencian en nada de los demás partidos. Son lo mismo, vistan de rojo, de azul, de naranja o de verde. Lo único que hacen es disfrazar su servidumbre al sistema con banderas, discursos vacíos y soflamas patrióticas huecas.

Pero hay algo todavía más grave y es el hecho que muchos siguen apoyándolos por intereses personales o afectivos. Porque tienen un primo, un novio o un amigo colocado. Porque hay algún beneficio directo. Porque el negocio de la política ha envenenado hasta los vínculos personales más íntimos. Esa complicidad silenciosa es la que permite que el mal se perpetúe. Y ante eso, callarse es traicionar.

Yo no puedo ni quiero callar. Porque no defiendo siglas, sino principios. Y si algún día el pueblo español despierta, no será de la mano de ningún partido político, y mucho menos de Vox.

Carlos Garcés.
12 de agosto de 2025.










"SENATOR". Carlos Garcés.

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