JUMILLA Y EL CULEBRÓN DEL VERANO: SOTANAS, TRILEROS Y ESPAÑOLES DISTRAÍDOS. Por Carlos Garcés.
Una vez más, como cada verano, nos regalan su culebrón. Esta vez viene con sotana, con corán y con palabrería constitucional. El Ayuntamiento de Jumilla prohíbe actos religiosos en instalaciones municipales y, de pronto, la Conferencia Episcopal Española y la Comisión Islámica de España se dan la mano para mostrar su malestar, apelando a una Constitución que ni ellos respetan, ni este régimen podrido ha cumplido jamás.
Es el clásico juego de espejos para distraer a los españoles de lo verdaderamente importante. Un teatro de voces falsas, de indignaciones fingidas, y de oportunismo barato, promovido por partidos trileros como VOX, que fingen ser la “resistencia” mientras son parte del problema. Todo lo que hacen es puro cálculo electoral, diseñado para manipular a las masas y mantenerlas entretenidas mientras continúa la demolición controlada de España.
¿Y qué decir de los obispos? Esos mismos que expulsaron al padre Cantera del Valle de los Caídos, esos que han sido cómplices en la destrucción del significado espiritual del Valle, esos que callaron o colaboraron durante los años de barbarie sanitaria que ellos bendijeron sin pestañear, cerrando templos y negando sacramentos. ¿Con qué autoridad moral hablan ahora de libertad religiosa, si han traicionado todo lo que decían representar?
Son los mismos que aplaudieron la falsa pandemia, que empujaron la obediencia ciega, que aceptaron sin rechistar las imposiciones del NOM, esa maquinaria satánica llamada AGENDA 2030, al servicio de una ingeniería social genocida que destruye todo lo humano: familia, verdad, tradición, fe, nación. Esta Iglesia oficial es tan corrupta como el Estado que la mantiene, y su discurso carece de toda legitimidad. El Vaticano ha sido, es y será parte esencial de esta conspiración global. Su silencio, sus gestos y su servilismo han dejado claro que ya no representan a Cristo, sino al sistema que lo crucifica a diario.
Que no vengan ahora con cuentos constitucionales. ¿Qué Constitución? ¿La misma que ha sido pisoteada desde el primer día por todos los gobiernos? ¿La que jamás ha garantizado ni una sola libertad real en este estercolero país manipulado por mafias políticas e institucionales? ¿La que han convertido en papel mojado a través del BOE y de sus farsas parlamentarias?
AQUÍ NADIE DEFIENDE LA FE NI LOS PRINCIPIOS. Aquí se trata de seguir usando a los creyentes como peones en una partida de poder. Y mientras tanto, los españoles siguen sin ver el elefante en la habitación: que NO HAY NI UN SOLO PARTIDO, NI UNA SOLA INSTITUCIÓN, NI UN SOLO POLÍTICO de este sistema que no esté vendido a los intereses globalistas y criminales de la AGENDA 2030.
Y no. Los españoles no van a despertar. No va a haber ningún cambio. Este pueblo ha sido domesticado, anestesiado y embrutecido hasta tal punto que no queda en él la más mínima chispa de rebeldía. Y si alguna queda, será absorbida por otro partido más, por otro embaucador profesional, por otro comediante político con banderita y discurso patriótico.
La única salida, la única justicia posible, sería encerrar a todos los que viven de la política, a todos los que tienen intereses en ella, a todos los que han hecho del poder su modo de vida y de la mentira su oficio. Y lo mismo para las instituciones religiosas oficiales que han traicionado todo lo sagrado, que han prostituido la fe para sobrevivir al precio de su alma. Todos deben rendir cuentas.
Lo demás es humo. Circo. Folklore macabro. Pan y circo sin pan, solo con circo. Hasta que no se limpie por completo esta cloaca institucional, hasta que no se detenga a todos los que colaboran activamente en este crimen global, todo seguirá igual o peor. Y cada verano, como siempre, nos darán su nueva telenovela. Esta vez con sotanas y mezquitas. Mañana con drag queens y obispos “inclusivos”. Pasado con más represión digital y más “normalidad democrática”.
Pero el resultado será siempre el mismo: España no tiene arreglo. No lo tendrá. Y quienes viven de esta farsa, políticos, obispos, medios y demás parásitos, deberían estar todos, sin excepción, entre rejas. Pero eso como llevo años diciendo es imposible porque ¿quien no tiene un familiar, tiene un conocido, un amigo o un amante que vive de la política o tiene intereses en ella? Nadie va a tirar piedras contra su propio tejado ni contra su modo de vida, aunque eso suponga destruir vidas, destrozar el futuro de muchos, o incluso aniquilar la propia nación.
Ya escribí con más profundidad sobre este tema global en el artículo:
👉 El negocio criminal de las religiones hoy.
8 de agosto de 2025.
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