AL MAL, NI CORTESÍA NI PIEDAD. MAQUIAVELO TENÍA RAZÓN. Por Carlos Garcés.

 



AL MAL, NI CORTESÍA NI PIEDAD. MAQUIAVELO TENÍA RAZÓN. Por Carlos Garcés.


En mi blog personal "Senator" he escrito mucho sobre el bien y el mal. Y lo repito hoy con más fuerza que nunca: AL MAL HAY QUE TRATARLO MAL, SIEMPRE. No hay excusas, no hay matices, no hay medias tintas.

Vivimos tiempos en que la sociedad premia al traidor, justifica al violento,  ofrece la otra mejilla al verdugo, se le da voz y se pacta con el. Nos han vendido la idea de que ser “buenos” es ser sumisos, tolerantes con lo intolerable y educados con quienes nos desprecian. El resultado está a la vista y no es otro que un mundo donde los malvados avanzan, amparados por una cortesía cobarde.

El vídeo “5 situaciones concretas en las que Maquiavelo jamás sería Cortés”  y que aquí adjunto desnuda esta mentira con una claridad brutal. Maquiavelo sabía que al enemigo, al traidor, al corrupto, no se le trata con amabilidad. Se le enfrenta, se le frena y se le destruye. No hacerlo no es nobleza, es complicidad.

Siguiendo el orden del vídeo:

1. Al que conspira contra ti, no se le sonríe

La diplomacia con quien busca tu ruina es una rendición anticipada. Maquiavelo lo sabía, dialogar con quien te quiere muerto es cavar tu propia tumba.

2. Al traidor, ni perdón ni olvido

Un traidor perdonado es un traidor fortalecido. Hoy se sientan en los despachos de poder, premiados por su deslealtad. ¿Y nos extraña el colapso moral?

3. Al que pisotea tus valores, no se le invita a tu mesa, no se le da voz y no se pacta con él.

Respetar a quien te humilla es despreciarte a ti mismo. No hay paz posible con quien hace de tu destrucción su bandera.

4. La bondad verdadera no es sumisión.

Ser bueno no es aguantarlo todo. Ser bueno es defender lo justo sin concesiones, es poner límites, es castigar el mal para proteger el bien.

5. Tratar mal al malo nos hace mejores.

El mal solo prospera cuando el bien es débil. Quien trata con dureza a quien lo merece no se vuelve cruel, se vuelve JUSTO. Porque ser JUSTO exige ser implacable.

Maquiavelo no habría sido “cortés” con quienes destruyen lo que amaba. Y nosotros tampoco deberíamos serlo. El mal no se corrige con sonrisas, sino con fuerza. Y entender esto, lejos de deshumanizarnos, nos eleva. Significa que aún valoramos la dignidad por encima de la cobardía, la justicia por encima de la apariencia.

En tiempos donde muchos confunden bondad con debilidad, recordemos esta verdad incómoda: QUIEN NO COMBATE EL MAL, LO CONSIENTE. Y QUIEN LO CONSIENTE, SE VUELVE PARTE DE ÉL.

Carlos Garcés.
24 de agosto de 2025.

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"SENATOR". Carlos Garcés.

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