TRAICIÓN AL JURAMENTO HIPOCRÁTICO. LA SANIDAD QUE CLAUDICÓ ANTE EL PODER. Por Carlos Garcés.
¿Qué ha sido del JURAMENTO HIPOCRÁTICO? ¿Qué ha sido de ese compromiso milenario que apelaba no solo al conocimiento médico, sino a la conciencia moral, a la dignidad del alma, al respeto por la vida?
En estos años de infamia, lo hemos visto todo… menos médicos fieles a ese juramento.
Lo que debía ser un baluarte de humanidad se convirtió en el brazo ejecutor de protocolos criminales derivados de la mentira del COVID. Médicos que se negaron a visitar a ancianos en residencias, enfermeros que aplicaron sin pestañear protocolos genocidas, normas inhumanas dictadas desde despachos políticos, unidades enteras que abandonaron el trato personal por el control social. Mascarillas impuestas sin evidencia, aislamiento cruel, negación de tratamientos alternativos para tratar enfermedades de siempre, y lo peor: esos venenos llamados "vacunas" experimentales sobre algo que no existía defendidas con fervor sectario mientras se ocultaban sus efectos secundarios. Y luego, como si nada, el olvido. La impunidad.
¿Cuántos sanitarios fueron capaces de decir “no”? Muy pocos aquí en España; sobran dedos de la mano derecha. La gran mayoría prefirió el estúpido aplauso en los balcones a la incomodidad de la verdad. Se dejaron arrastrar por la mentira oficial, no por ignorancia, sino por cobardía. ¿De qué sirve entonces recitar un juramento si se está dispuesto a traicionarlo a la primera presión institucional o mediática?
“A nadie daré, aun cuando me lo pida, fármaco letal alguno... Tampoco a ninguna mujer proporcionaré un pesario abortivo... En pureza y santidad mantendré mi vida y mi arte.”
Estas palabras sagradas del JURAMENTO HIPOCRÁTICO, han sido pisoteadas por una clase médica que hace décadas que CALLA ANTE EL ABORTO MASIVO, que COLABORA ACTIVAMENTE CON LEYES DE EUTANASIA disfrazadas de compasión, y que mira para otro lado mientras se ELIMINAN SERES HUMANOS con bata blanca, burocracia y morfina. Todo como parte de la criminal y genocida AGENDA 2030.
¿Y la privacidad del paciente? ¿Y la libre decisión informada? Todo eso fue barrido por una maquinaria de control que trató a las personas como ganado. Muchos médicos sabían perfectamente que estaban participando en una farsa, pero prefirieron no perder su puesto, no levantar la voz, no incomodar a sus colegios profesionales ni a sus superiores políticos. CRIMINALES!!!
Lo más grave no fue el error, sino la docilidad, la sumisión, el silencio cómplice de aquellos que tenían en sus manos la posibilidad de proteger vidas… y no lo hicieron.
Porque la peor enfermedad de nuestra sanidad no fue ese falso virus inventado, sino la cobardía moral y la corrupción de conciencia.
Nos hablaron de salvar vidas, pero miles murieron Y HOY CONTINÚAN MURIENDO solos, abandonados, protocolizados, reducidos a estadísticas. Y cinco años después, ni uno solo ha pedido perdón. Ni uno solo ha rendido cuentas. Porque en este país, la obediencia ciega ha sido premiada y la disidencia castigada. Y sabiendo como saben que no ha habido un solo político en activo en el mundo que haya muerto por ese invento criminal del COVID y sabiendo como sabían y saben que el ministro de sanidad de la época, ese tal Illa, el que nos decía que nos teníamos que "vacunar" contra ese bicho tan malo del COVID ha declarado en varias ocasiones que él no se vacunó, sabiendo todo esto siguen sin negar el COVID y continúan obedeciendo a los criminales políticos. SON BASURA CRIMINAL!!!
Se ha llegado a un punto en que un verdadero médico ya no es el que tiene título, sino el que conserva dignidad. Porque la verdadera medicina empieza por no hacer daño, por no colaborar con la muerte, por no someterse al poder cuando el poder se vuelve criminal.
Hoy, ante tanta traición, debemos levantar esta denuncia con toda la firmeza:
EL JURAMENTO HIPOCRÁTICO HA SIDO TRAICIONADO. Y LO HAN HECHO AQUELLOS QUE EN SU DÍA JURARON DEFENDER LA VIDA.
A ELLOS, Y SÓLO A ELLOS, PERTENECE LA VERGÜENZA DE ESTOS AÑOS OSCUROS.
A nosotros nos queda la dignidad de haberlo visto, de haberlo dicho y de no haber participado.
7 de julio de 2025.

Comentarios
Publicar un comentario