EL ABORTO Y LA EUTANASIA; LA GRAN TRAICIÓN DE ESO QUE LLAMAN DERECHA Y EXTREMA DERECHA DE PP Y VOX. Por Carlos Garcés.
EL ABORTO Y LA EUTANASIA; LA GRAN TRAICIÓN DE ESO QUE LLAMAN DERECHA Y EXTREMA DERECHA DE PP Y VOX. Por Carlos Garcés.
En España se practican más de 103.000 abortos al año. Y cada vez son más los casos, silenciados o adornados con un lenguaje piadoso, de eutanasias que en realidad son asesinatos con bata blanca. La izquierda defiende abiertamente estas prácticas como conquistas del “progreso”, y no sorprende a nadie. Pero lo que no puede ni debe tolerarse es el papel repugnante de esa ""derecha"" cobarde, mentirosa y calculadora que va presumiendo de principios, de valores, de vida y de dignidad humana, mientras calla, pacta y mira hacia otro lado.
Esa ""derecha"" hipócrita (PP y VOX) se indigna teatralmente cuando un ciudadano español es agredido por un extranjero, especialmente si es marroquí, subsahariano o latinoamericano. Se rasga las vestiduras, lanza mensajes patrióticos y agita el espantajo del “nos invaden”. Pero esa misma ""derecha"" no se inmuta con los más de 103.000 niños ASESINADOS s cada año en clínicas legales, ni se sobresalta con los ASESINATOS silenciosos de ancianos, discapacitados o enfermos a los que se les niega la posibilidad de vivir, amar o sufrir con dignidad.
Esa ""derecha"" sólo mueve ficha si hay votos, titulares o rentabilidad política. Si hay que armar ruido por una agresión grabada en vídeo, lo hacen. Si pueden sacar beneficio electoral con un drama puntual, lo aprovechan. Pero el aborto y la eutanasia, como no “dan votos”, como no levantan multitudes, se callan. O lo que es peor: se sientan a pactar con los verdugos, como si el mal y el bien pudieran convivir en una mesa de negociación.
No basta con decir que se está en contra del aborto y de la eutanasia. El movimiento se demuestra andando, no hablando. Y quien no actúa, consiente. Quien pacta, colabora. Quien calla, otorga. Y quien legitima con su presencia a partidos o personas que promueven leyes de muerte, se convierte en cómplice del crimen.
Esa ""derecha"" se dice contraria al aborto, pero no persigue ni denuncia a quienes lo promueven ni a quienes lo practican. Esa ""derecha"" proclama su rechazo a la eutanasia, pero no mueve un solo dedo para detener a los que la aplican ni para cambiar las leyes que lo permiten. Si de verdad estuvieran en contra, harían algo. Y no hacen nada.
Peor aún: se sientan y negocian con criminales, los blanquean, los normalizan, y luego tienen la desvergüenza de mirar a la cámara y declararse “defensores de la vida”. Poner el bien y el mal en el mismo plano es traicionar al bien. Y quien lo hace, se convierte en lo mismo que combate. No hay medias tintas. No hay excusas. No hay pactos con el mal que no manchen las manos.
Frente a este estercolero político y moral y desde hace cinco años genocida, sólo queda la REBELDÍA CONTRA TODOS LOS QUE VIVEN DE LA POLÍTICA O TIENEN INTERESES EN ELLA SIN EXCEPCIONAL ALGUNA. La desobediencia. La negativa firme a comulgar con ruedas de molino, a votar al mal menor, a aceptar que ser “menos malo” es suficiente. NO. NO LO ES. Nunca lo fue. EL MAL ES MAL, aunque venga disfrazado de corbata, bandera y misa dominical.
No en mi nombre. No con mi silencio. Y no con mi voto.
30 de julio de 2025.

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