¡VIVA FRANCO! EN EL CINCUENTENARIO DE SU MUERTE, EL HOMBRE QUE LUCHÓ Y VENCIÓ AL COMUNISMO Y DIO CUARENTA AÑOS DE PAZ Y PROSPERIDAD A ESPAÑA Y A LOS ESPAÑOLES. Por Carlos Garcés.



Entrevista de José Luis Sáenz de Heredia al Generalisimo Franco, 1964.

¡VIVA FRANCO! EN EL CINCUENTENARIO DE SU MUERTE, EL HOMBRE QUE LUCHÓ  Y VENCIÓ AL COMUNISMO Y DIO CUARENTA AÑOS DE PAZ Y PROSPERIDAD A ESPAÑA Y A LOS ESPAÑOLES. Por Carlos Garcés.


Hoy, 20 de noviembre de 2025, se cumplen cincuenta años desde la muerte del Generalísimo Francisco Franco. Medio siglo sin su presencia, medio siglo en el que España ha perdido el rumbo, medio siglo en el que quienes vinieron después traicionaron la nación, olvidando todo lo que Franco construyó. Y yo, como siempre, me mantengo firme en mi admiración y respeto por aquel hombre que, con sus aciertos y sus errores, no fue solo un militar excepcional, sino un estadista incomparable.

Franco fue la última gran figura capaz de derrotar al comunismo como se debe y de dar estabilidad a un país que había conocido la guerra, el caos y la división. Con su temple, su visión y su paciencia, España vivió cuarenta años de progreso y bienestar, un progreso sólido que todos los gobiernos posteriores han dilapidado con su incompetencia, su corrupción y su traición. Hoy, viendo cómo se arruina la nación en manos de partidos políticos que Franco ya había previsto como destructores, no puedo sino confirmar su sabiduría.

Recuerdo, como si fuera ayer, cada lección de sentido común que nos dejó. Su amor por España, su respeto por la ley, su disciplina y su capacidad para gobernar con firmeza, siempre con la mirada puesta en el bienestar de los ciudadanos. Franco comprendió que un país sin orden ni autoridad estaba condenado, y trabajó incansablemente para levantarlo de las ruinas. Lo hizo con cautela, con paciencia, y con una dedicación que pocos en la historia de España han mostrado.

LA VICTORIA SOBRE EL COMUNISMO Y LA UNIDAD DE ESPAÑA:

Franco no solo venció al comunismo en el terreno militar; comprendió que su amenaza se extendía a la política, a la economía y a la sociedad. Durante la Guerra Civil, con una estrategia brillante y una disciplina férrea, logró mantener cohesionadas fuerzas diversas frente a un enemigo que contaba con apoyo internacional, pero que carecía del mismo orden interno y la misma claridad de objetivos. Aquellos que hoy celebran la derrota de Franco, o que distorsionan su legado, jamás comprenderán que la España de posguerra no se habría levantado sin su visión de unidad nacional.

Su enfoque hacia la unidad territorial fue igualmente firme y prudente. Reconoció la diversidad de España, pero jamás permitió que la división interna destruyera la nación. Mientras otros promovían conflictos regionales o ideológicos, Franco mantuvo la cohesión del Estado, sentando las bases de la paz interna que luego permitió el desarrollo económico.

ECONOMÍA, INFRAESTRUCTURAS y BIENESTAR: 

Bajo la dirección de Franco, España pasó de un país devastado a una nación moderna y competitiva. La autarquía, el antiglobalismo y los planes de desarrollo económico, especialmente a partir de los años 50 y 60, impulsaron la industria, la agricultura y el turismo, transformando radicalmente la vida de millones de españoles. Las infraestructuras que hoy damos por sentadas —carreteras, hospitales, escuelas, puertos y aeropuertos— llevan su sello de previsión y planificación. Fue él quien entendió que el progreso no se improvisa, sino que requiere orden, disciplina y visión a largo plazo.

En términos sociales, Franco fomentó la educación, la sanidad y la estabilidad familiar, pilares que aseguraron una España fuerte, consciente de sus valores y de su historia. La protección a las familias, la promoción de la cultura y la defensa de la moral pública fueron constantes en su gobierno, frente a las ideologías destructivas que ahora nos invaden y que él ya había previsto como amenazas para el futuro de España.

DISCIPLINA, PREVISIÓN Y GOBIERNO FIRME:

Quien quiera juzgar a Franco solo desde la perspectiva de sus detractores, desconoce su capacidad de liderazgo. Nunca actuó por impulso ni buscó protagonismo. Cada decisión fue fruto de reflexión, estrategia y conocimiento profundo de la historia y de la sociedad española. Sus discursos, claros y directos, reflejaban esta visión: advertía sobre los peligros del comunismo, de los partidos políticos sin principios y de la corrupción moral, y señalaba que la estabilidad y el progreso requerían firmeza, honestidad y sacrificio.

Recuerdo especialmente sus palabras sobre la importancia de la unidad y la autoridad: advertía que España no podía permitirse líderes débiles, que la traición y la negligencia acabarían con todo lo construido. Hoy, más que nunca, estas advertencias son claras: los partidos políticos que surgieron tras su muerte han cumplido, tristemente, sus predicciones.

UNA LECCIÓN PARA ESPAÑA: 

No es nostalgia, ni un ejercicio de vanidad recordar su figura; es justicia histórica. Franco fue un hombre que comprendió la esencia de España y que actuó en consecuencia. Por eso, en este cincuentenario, mi homenaje es también una llamada a la memoria de todos los españoles: que recuerden lo que Franco hizo, lo que logró y lo que nos legó. Que recuerden que la prosperidad y la paz no son regalos, sino fruto de la disciplina, la visión y la firmeza en los principios.

Hoy, como siempre, digo con convicción: ¡Viva Franco! Por el hombre que venció al comunismo, que defendió a España y que nos dejó cuarenta años de paz y progreso que todos los demás han traicionado. Que este 20 de noviembre no sea solo un recuerdo, sino una afirmación de la verdad histórica, de la grandeza de un estadista que marcó la historia de nuestra patria y de quien jamás deberíamos olvidar su legado.

Franco no es simplemente un nombre del pasado; es un ejemplo vivo de lo que significa servir a la nación con lealtad, prudencia y firmeza. Hoy, al mirar atrás, veo a España de la posguerra convertida en un país moderno y fuerte gracias a su visión. Y veo, con dolor y frustración, cómo los que vinieron después han desperdiciado lo que él construyó con tanto esfuerzo y dedicación. Este cincuentenario es, más que una conmemoración, un recordatorio de lo que España pudo ser y de lo que aún podría aprender si recordara y respetara la obra del Generalísimo.

Que nadie se confunda: Franco no fue un hombre de palabras vacías ni de promesas incumplidas. Franco fue acción, previsión, disciplina y entrega a España. Y hoy, cincuenta años después de su muerte, seguimos necesitando su ejemplo, su coraje y su visión. Por eso, con orgullo y emoción,  con la solemnidad que merece su memoria y con el corazón firme ante la grandeza de su legado, alzo mi voz una vez más, clara y sin temblor:

¡VIVA FRANCO!

Carlos Garcés.
20 de noviembre de 2025.














"SENATOR". Carlos Garcés.

Comentarios

  1. Este espacio está abierto al debate, pero no tolera insultos, provocaciones ni manipulaciones históricas. Los mensajes ofensivos serán eliminados. Aquí se habla con respeto y con argumentos.

    Carlos Garcés.
    20 de noviembre de 2025.

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