ABOGADOS "CONTRA LA AGENDA 2030": MUCHO DISCURSO Y NINGUNA DEFENSA DEL PAGO EN METÁLICO. Por Carlos Garcés.

ABOGADOS CONTRA LA AGENDA 2030: MUCHO DISCURSO Y NINGUNA DEFENSA DEL PAGO EN METÁLICO. Por Carlos Garcés.

Durante años, he escuchado a muchas personas proclamarse en contra de la AGENDA 2030. La denuncian en redes sociales, la señalan en tertulias improvisadas y la mencionan en conversaciones de café como si ya con eso quedara saldada su responsabilidad. Se llenan la boca con grandes palabras: soberanía, libertad, patria, dignidad. Pero cuando llega el momento de actuar, de dar un paso real, concreto, directo… la mayoría se desvanece, se diluye, se excusa o simplemente desaparece.

La rebeldía no consiste en publicar vídeos infinitos, ni en compartir frases supuestamente valientes en canales de mensajería. La rebeldía tampoco se demuestra aplaudiéndose entre iguales, en la comodidad de las redes. La rebeldía, la verdadera, exige asumir riesgos, plantarse ante la estructura de poder, ser incómodo, desobedecer cuando la ley deja de ser justicia y se convierte en instrumento de dominación.

Un ejemplo claro es el del pago en efectivo. Una cuestión sencilla, concreta, esencial: que las personas puedan cobrar sus pensiones, sus sueldos, sus trabajos, en metálico como antes, sin estar obligadas a pasar por bancos que cobran comisiones, que controlan el dinero y que someten la libertad económica de cada ciudadano.

¿Cuántos abogados, de esos que dicen oponerse a la AGENDA 2030, han presentado denuncias, recursos o propuestas legales para defender este derecho básico?

¿Cuántos han llevado esta batalla a los tribunales, a los ayuntamientos, a los colegios profesionales o a los medios?

¿Cuántos han estado dispuestos a asumir el coste personal que implica desafiar el sistema?

La respuesta, lamentablemente, es evidente: muy pocos, o casi ninguno.

HABLAR ES FÁCIL. ACTUAR ES OTRA COSA.

Hoy vivimos en un tiempo donde casi todo es apariencia. La política se ha convertido en negocio y la oposición, en espectáculo. Muchos se declaran “contra el sistema” mientras se benefician de él. Otros lo critican desde la distancia cómoda, mientras esperan que alguien —otro— haga lo que ellos no se atreven a hacer.

Pero la libertad no se delega. La dignidad no se mendiga. La soberanía no se discute: se ejerce.

Y ejercerla implica desobedecer cuando el poder deja de servir al pueblo y se sirve a sí mismo. Implica no colaborar con estructuras que buscan nuestro sometimiento. Implica no legitimar a quienes nos toman por súbditos y no por ciudadanos.

Por eso, hoy más que nunca, es necesaria una rebeldía consciente, serena, firme. No la rabia estéril. No el grito vacío. No el ruido sin consecuencias. Sino la decisión personal de no seguir el juego de los que manejan la sociedad desde arriba, sin consultarnos ni respetarnos.

La historia siempre ha cambiado así, por la acción de quienes decidieron no obedecer.

Y si hoy queremos recuperar nuestra libertad, nuestra dignidad y nuestra soberanía como pueblo, no bastará con denunciar. Habrá que actuar.

Y el que tenga oídos para entender, que entienda.

MENOS PALABRAS.

MENOS DISCURSOS.

MÁS REBELDÍA Y DESOBEDIENCIA.


Carlos Garcés.
10 de octubre de 2025.











"SENATOR". Carlos Garcés.

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