WINSTON CHURCHILL Y FRANCISCO FRANCO. LA NEUTRALIDAD ESPAÑOLA EN LA MIRADA DE UN ESTADISTA BRITÁNICO. Por Carlos Garcés.
WINSTON CHURCHILL Y FRANCISCO FRANCO. LA NEUTRALIDAD ESPAÑOLA EN LA MIRADA DE UN ESTADISTA BRITÁNICO. Por Carlos Garcés.
En la historia del siglo XX, pocas figuras resultan "teóricamente para algunos" tan dispares y al mismo tiempo tan interconectadas como Winston Churchill y Francisco Franco. El primero, símbolo del parlamentarismo británico y héroe de la Segunda Guerra Mundial; el segundo, gran militar y estadista surgido de la Guerra Civil Española que luchó y venció al comunismo como se debe y gobernó España durante casi cuarenta años dando, con sus aciertos y sus errores, progreso y bienestar para los españoles. A pesar de algunas diferencias ideológicas y políticas que separaban a ambos hombres, Churchill habló en varias ocasiones de Franco en términos que sorprendieron a propios y extraños, reconociendo un mérito clave de Franco: el haber mantenido a España fuera de la guerra mundial.
Cuando estalla la Segunda Guerra Mundial en 1939, el Reino Unido tenía entre sus máximas prioridades el control del estrecho de Gibraltar y la seguridad de las rutas hacia el Mediterráneo. La entrada de España en la guerra del lado de Hitler y Mussolini hubiera significado un golpe devastador para los aliados. Gibraltar habría quedado aislado y el acceso al canal de Suez comprometido.
Por esa razón, Churchill y su gabinete siguieron con especial atención la política exterior del régimen del Generalisimo Franco. Sabían que Franco, agradecido por la ayuda recibida del Eje en la Guerra Civil, tenía fuertes presiones para sumarse al conflicto. Sin embargo, el Caudillo optó por una política que él mismo denominó de “no beligerancia”, que pronto se transformó en neutralidad.
En sus célebres “Memorias de la Segunda Guerra Mundial”, Churchill no escatima críticas a dictadores y totalitarismos, pero cuando se refiere a Franco no tuvo más que palabras de reconocimiento. Señala que "el general español, a pesar de las simpatías iniciales con Alemania e Italia, supo medir los riesgos reales y evitó arrastrar a su país a un desastre".
Churchill describe a Franco como un hombre prudente y astuto, capaz de resistir las presiones de Hitler incluso después del célebre encuentro en Hendaya, en octubre de 1940, donde ambos se entrevistaron. Tras aquella reunión, el propio Hitler confesaría que prefería “que le arrancaran tres o cuatro muelas antes que volver a hablar con Franco”. Esa negativa española a entrar en la guerra resultó vital para los aliados.
El primer ministro británico reconoció que, gracias a esa postura, el Reino Unido pudo mantener su posición en el Mediterráneo y preparar con mayor seguridad la ofensiva en el norte de África.
En los debates en la Cámara de los Comunes, Churchill destacó que Franco había actuado con inteligencia y realismo al preservar la neutralidad española. Para Gran Bretaña, aquel gesto equivalía a un alivio estratégico de incalculable valor.
Churchill llegó a afirmar que España tenía motivos de gratitud hacia Franco, porque evitó que el país, aún devastado por la Guerra Civil, sufriera otra tragedia mayor entrando en la contienda mundial.
El paso del tiempo ha demostrado que la decisión de Franco de mantener a España fuera de la Segunda Guerra Mundial fue uno de los factores clave en la estabilidad estratégica del Mediterráneo. Churchill, siempre pragmático y con una visión geopolítica aguda, lo entendió así y lo dejó escrito.
Que un líder británico de la talla de Churchill hablara bien de Franco, a pesar de sus diferencias con él, supone un reconocimiento de un hecho histórico: la neutralidad española contribuyó al desenlace final de la guerra y evitó a España una catástrofe irreparable.
Que tome buena nota TODA la actual casta política e institucional española a sueldo de la criminal y genocida AGENDA 2030 y en particular esos nuevos salvapatrias y patriotas de hojalata de VOX que no han defendido su obra y figura y que cuando les preguntan por Franco dicen no tener una idea clara sobre él.....
7 de octubre de 2025.
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