REZAR CONTRA EL ABORTO Y LA EUTANASIA NO BASTA, HAY QUE ACTUAR CONTRA LOS ASESINOS. Por Carlos Garcés.
REZAR CONTRA EL ABORTO Y LA EUTANASIA NO BASTA, HAY QUE ACTUAR CONTRA LOS ASESINOS. Por Carlos Garcés.
Durante décadas hemos escuchado la misma letanía: “Rezad por la vida”. Y mientras se multiplican las oraciones, se multiplican también los asesinatos. Cada día. Sin excepción. Porque rezar está muy bien, pero rezar no detiene a un asesino, ni hace que un político deje de legislar a favor del asesinato de inocentes.
El aborto y la eutanasia no son ideas ni debates morales: son crímenes. Son asesinatos. Y quienes los practican, los legislan o los defienden públicamente son responsables directos de esas muertes. No se puede negociar con asesinos ni sentarse a debatir el bien y el mal con quienes matan.
Si creemos de verdad que el aborto es asesinato, debemos actuar como tal: detener a los culpables, ponerlos a disposición judicial y exigir que cada cómplice responda ante la ley, como se haría con cualquier homicida que mata a un adulto.
Limitarse a rezar mientras los culpables siguen libres es un teatro hipócrita. Es fingir que se hace algo cuando, en realidad, se permite que los crímenes continúen. No hay oración que sustituya la acción justa. No hay devoción que reemplace la obligación moral de enfrentar el mal con firmeza.
Rezar está bien. Pero no salva vidas. Defender la vida exige valor, decisión y acción. Y hasta que quienes tienen poder no actúen, los asesinatos continuarán cada día, mientras una sociedad cobarde sigue mirando hacia otro lado y disimulando su culpa bajo el consuelo de una plegaria.
25 de octubre de 2025.


Comentarios
Publicar un comentario