LAS MASCARILLAS CAUSAN ENFERMEDADES NEURODEGENERATIVAS. Por la doctora Margarite Griesz-Brisson. (Publicado en octubre de 2020).
LAS MASCARILLAS CAUSAN ENFERMEDADES NEURODEGENERATIVAS. Artículo y vídeo publicado por primera vez el 20 de octubre de 2020 y censurado por Youtube. Por la doctora Margarite Griesz-Brisson. Introducción de Carlos Garcés.
Introducción:
Han pasado cinco años desde que publiqué por primera vez este vídeo de la doctora Margarite Griesz-Brisson, una profesional valiente que se atrevió a decir lo que la cobarde y corrupta clase política mundial quiso silenciar: que obligar a millones de personas a respirar su propio dióxido de carbono es un atentado directo contra la salud, la inteligencia y la dignidad humana. Lo advirtió entonces, con claridad meridiana: las mascarillas, esos bozales impuestos a la fuerza bajo el terror mediático, provocan daños cerebrales irreversibles y favorecen enfermedades neurodegenerativas.
El tiempo, lamentablemente, le está dando la razón. Y mientras los efectos de aquella locura comienzan a hacerse visibles en la salud de muchos, NINGUNO DE LOS RESPONSABLES POLÍTICOS, SANITARIOS NI MEDIÁTICOS HA RENDIDO CUENTAS. TODOS SIGUEN LIBRES. TODOS SIGUEN IMPUNES. DESDE EL GOBIERNO HASTA LA OPOSICIÓN, DESDE LAS COMUNIDADES AUTÓNOMAS HASTA LOS AYUNTAMIENTOS, NINGUNO ESCAPÓ A LA OBEDIENCIA SERVIL A LA CRIMINAL AGENDA 2030, DISFRAZADA DE “SALUD PÚBLICA” pero orientada al control, sometimiento y eliminación de parte de la población.
Y LO PEOR, HOY EL PUEBLO BORREGO Y CORRUPTO ESPAÑOL LES SIGUE APLAUDIENDO Y NO PIENSA OTRA COSA QUE ACUDIR A LAS URNAS A VOTARLES.
Nos obligaron a llevar el bozal, a respirar veneno, a desconfiar del prójimo, a temer al aire libre y a convertir la sumisión en virtud. Y lo hicieron a sabiendas de que mentían, de que no existía tal pandemia, de que el llamado “virus” era el pretexto perfecto para instaurar el experimento social más perverso del siglo XXI.
Por eso este vídeo, censurado y eliminado por los delincuentes de YouTube, vuelve hoy a ver la luz. Porque yo lo guardé, lo descargué y lo vuelvo a publicar como testimonio de una verdad incómoda: la verdad de una doctora que tuvo el coraje de advertirnos cuando casi nadie quería escuchar.
20 de octubre de 2025.
ARTÍCULO Y VIDEO:
"Cuando dentro de diez años la demencia aumente exponencialmente y las generaciones más jóvenes no puedan alcanzar su potencial innato, no servirá de nada decir que “no necesitábamos las mascarillas”.
Las mascarillas causan enfermedades neurodegenerativas que no tienen cura
La doctora Margarite Griesz-Brisson es una especialista alemana en neurofisiología y neurotoxicología. Ha grabado un vídeo sobre los efectos de las mascarillas en el cerebro que traducimos y extractamos:
La reinhalación del aire que respiramos conduce indudablemente a una deficiencia de oxígeno y a la saturación de dióxido de carbono. Sabemos que el cerebro humano es muy sensible a la falta de oxígeno. Hay células nerviosas, por ejemplo en el hipocampo, que no pueden estar sin oxígeno durante más de 3 minutos [porque] no sobreviven.
Los síntomas de alerta agudos son dolores de cabeza, somnolencia, mareos, problemas de concentración y tiempo de reacción retardado, que son reacciones del sistema cognitivo.
Sin embargo, cuando se sufre una privación crónica de oxígeno, todos estos síntomas desaparecen a medida que uno se acostumbra. Pero su funcionamiento sigue siendo deficiente y la falta de oxígeno del cerebro continúa progresando.
Sabemos que las enfermedades neurodegenerativas tardan años, incluso décadas, en desarrollarse. Si Usted olvida su número de teléfono hoy, indica que el proceso de degradación en su cerebro comenzó hace 20 ó 30 años.
Puede que piense que se ha acostumbrado a llevar una máscara y a respirar el aire que acaba de exhalar, pero el hecho es que los procesos degenerativos de su cerebro se amplifican a medida que su privación de oxígeno continúa.
El segundo problema es que las células nerviosas del cerebro son incapaces de dividirse normalmente. Por lo tanto, si nuestros gobiernos son lo suficientemente generosos como para permitirnos quitarnos las mascarillas y respirar oxígeno libremente de nuevo en unos pocos meses, las células nerviosas perdidas no se regenerarán. Lo que está perdido está perdido.
No llevo mascarilla, necesito que mi cerebro piense. Quiero pensar con claridad cuando cuido a mis pacientes, y no ser anestesiada con dióxido de carbono.
No hay ninguna excepción médica para la [imposición] de mascarillas porque la falta de oxígeno es peligrosa para todos los cerebros. Todo ser humano debe poder decidir libremente si quiere llevar una mascarilla absolutamente ineficaz para protegerse de un virus.
Para los niños y adolescentes, las mascarillas son una prohibición absoluta. Los niños y adolescentes tienen un sistema inmunológico extremadamente activo y adaptable y necesitan una interacción constante con el microbioma de la tierra. Sus cerebros también son increíblemente activos porque tienen mucho que aprender. El cerebro del niño, o del adolescente, está sediento de oxígeno. Cuanto más activo metabólicamente sea el órgano, más oxígeno necesita. En los niños y adolescentes, cada órgano es metabólicamente activo.
Privar al cerebro de un niño o adolescente de oxígeno, o restringirlo de cualquier manera, no sólo es peligroso para su salud, sino que es absolutamente criminal. La falta de oxígeno inhibe el desarrollo del cerebro y el daño resultante no puede ser reparado.
El niño necesita el cerebro para aprender, y el cerebro necesita oxígeno para funcionar. No necesitamos un estudio clínico para saber eso. Es un hecho fisiológico simple e incontrovertible. La falta de oxígeno inducida consciente y deliberadamente es un peligro absoluto para la salud y una contraindicación médica absoluta.
En medicina una contraindicación absoluta significa que ese medicamento, terapia, método o medida no debe utilizarse, y no se permite su uso. Para obligar a toda una población a utilizar una contraindicación médica absoluta, deben existir razones precisas y serias para hacerlo, y estas razones deben presentarse a los organismos interdisciplinarios e independientes competentes para su verificación y autorización.
Cuando dentro de diez años la demencia aumente exponencialmente y las generaciones más jóvenes no puedan alcanzar su potencial innato, no servirá de nada decir que “no necesitábamos las mascarillas”.
https://www.youtube.com/watch?v=pd22FGeuyog


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