EL PODER Y SU VERDADERO ROSTRO. Por Carlos Garcés.


EL PODER Y SU VERDADERO ROSTRO. Por Carlos Garcés.

Anthony Hopkins, con la lucidez que solo otorgan la inteligencia y la experiencia, dijo una gran verdad, “El poder no cambia a las personas, sólo les quita la necesidad de fingir. El justo protege, el ambicioso abusa, el inseguro se vuelve tirano. No es el poder el que corrompe, es el verdadero rostro de cada uno el que emerge cuando ya no hay miedo a las consecuencias.”

Nada más cierto. En la vida pública española, esta frase se confirma a diario. Políticos de todos los colores y niveles  nacionales, autonómicos, provinciales o locales, viven a sueldo de la criminal Agenda 2030, ese dogma globalista que impone su sello sobre gobiernos, parlamentos, tribunales, universidades y medios de comunicación. Bajo la máscara del progreso, la sostenibilidad y los derechos, se esconde un proyecto de sumisión colectiva, donde la libertad individual, la soberanía nacional y la verdad son sacrificadas en el altar del control social.

Y lo más triste no es solo ver cómo los poderosos se desnudan moralmente cuando ya no tienen miedo a las consecuencias, sino comprobar cómo el pueblo se deja engañar una y otra vez por el espectáculo. Cada legislatura tiene su propio Mesías de turno, su redentor mediático, su actor de plató que promete regenerar la política mientras firma los mismos pactos, rinde pleitesía a los mismos intereses y obedece los mismos dictados.

Vivimos en una época donde el poder ha dejado de fingir. Ya no necesita disimular su manipulación ni su desprecio por la gente. Pero también vivimos en una sociedad anestesiada, que confunde el ruido con la acción, el teatro con la verdad y el cinismo con la inteligencia.

El poder no cambia a nadie, decía Hopkins. Y tenía razón. Lo único que hace es mostrar quiénes son en realidad: los que aparentaban servir al pueblo y solo querían servirse de él.

Por eso, frente a este gran teatro político y mediático, solo queda una opción digna: no dejarse arrastrar por el show, no creer en los falsos profetas de la política y mantener la cabeza alta, la conciencia limpia y la palabra libre.

Carlos Garcés.
13 de octubre de 2025.










"SENATOR". Carlos Garcés.

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