MANIFIESTO DE REBELDÍA. CONTRA EL PAPA QUE HA VUELTO A TRAICIONAR A CRISTO. Por Carlos Garcés.
Basta de silencios. Basta de cobardías. Basta de traiciones. El Papa, al recibir al cardenal Martín, defensor de las leyes LGTBI, ha cruzado definitivamente la línea y ha escogido al mundo en lugar de Cristo, ha abrazado la mentira en lugar de la verdad, ha entregado la Iglesia a los enemigos de la fe.
Las leyes LGTBI no son simples normas. Esas leyes son un arma contra la familia, contra el matrimonio cristiano, contra la inocencia de los hijos y contra el orden divino. Son leyes contrarias al Evangelio, leyes anticatólicas, leyes que niegan a Dios mismo. Y, sin embargo, el Papa las legitima recibiendo a quienes las defienden.
Eso no es misericordia, eso no es pastoral, es claudicación, rendición, complicidad con el Mal. Este Papa, igual que el anterior, no guía a las almas hacia Cristo, sino que las arrastra hacia la confusión. No defiende la verdad, sino que pacta con la mentira. No protege el Evangelio, sino que lo pisotea.
Por eso lo proclamamos sin miedo: este Papa ha traicionado a Cristo. Y con él, toda la jerarquía que calla, que asiente y que aplaude. Son mercenarios, no pastores. Son políticos, no testigos de la fe. Son funcionarios de una Iglesia corrompida que ya no anuncia la salvación, sino la rendición.
Ante esta apostasía, solo queda la rebeldía. Rebeldía contra la mentira, rebeldía contra la traición, rebeldía contra una Iglesia oficial prostituida al servicio del poder y del aplauso mundano. Nuestra lealtad no es con Roma cuando Roma traiciona, nuestra lealtad es con Cristo y solo con Cristo.
Hoy levantamos la voz y declaramos que no obedeceremos a un Papa que vende a Jesús por treinta monedas de corrección política. No seguiremos a obispos que bendicen lo que Dios condena. No seremos cómplices de una farsa que se disfraza de Iglesia pero que en realidad sirve a la AGENDA del enemigo, la criminal y genocida AGENDA 2030.
Que quede escrito que la verdadera Iglesia no muere con las traiciones de Roma. La verdadera Iglesia vive en cada cridtiano que no se arrodilla ante el mundo, en cada cristiano que confiesa a Cristo con valentía, en cada alma que no calla frente a la corrupción.
¡Rebeldía, desobediencia, combate!
Cristo no pactó con la mentira.
Cristo no negoció con el pecado.
Cristo no traicionó la cruz.
Y nosotros, que somos suyos, tampoco lo haremos.
2 de septiembre de 2025.
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