LO QUE SIGNIFICA SER UNA VERDADERA MADRE. EL EJEMPLO DE LA MADRE DE CHUCK NORRIS. Por Carlos Garcés.



LO QUE SIGNIFICA SER UNA VERDADERA MADRE. EL EJEMPLO DE LA MADRE DE CHUCK NORRIS. Por Carlos Garcés.


Wilma Norris Knight (1921-2024) enfrentó dificultades desde muy niña; fue entregada al cuidado del estado a los 8 años para recibir atención médica, pasó dos años en un hospital infantil y, al volver a su familia, llegó la Gran Depresión. A los 16 años se casó, tuvo tres hijos y, tras ser abandonada por su esposo, emprendió el enorme reto de criarlos sola. Esa capacidad para resistir y seguir adelante es uno de los rasgos esenciales de una madre verdaderamente admirada.

Pese a las mudanzas continuas, de Oklahoma a Kansas, y luego a California tras el divorcio, Wilma convirtió cada residencia en un hogar lleno de calidez, amor y conexión familiar. Esa habilidad para transformar dificultades en un entorno seguro y afectivo refleja el corazón de lo que significa ser madre.

Wilma enseñó a sus hijos que la bondad y la compasión son el fundamento de la vida. Chuck, hoy con 85 años, recuerda: “Desde mis primeros recuerdos, ella me enseñó la importancia de la bondad y la compasión”. Además, inculcó la creencia de que, con determinación y fe, se pueden superar los obstáculos de la vida.

La madre de Chuck era una mujer de fe profunda. Él mismo la describió como “una mujer de fe inquebrantable, un faro de luz en nuestras vidas, y su amor reflejaba la gracia de Dios”. Esa fe no solo la fortalecía, sino que también iluminaba el espíritu de quienes la rodeaban.

Chuck reconoció que su madre oró por él constantemente, incluso cuando él “casi pierde su alma en Hollywood”. Fue ella quien, según él, oró para que encontrara a una mujer que le cambiara la vida, y lo logró. Esa intercesión maternal muestra cuán poderoso puede ser el amor expresado en plegaria.

El legado de Wilma se extendió más allá de Chuck. Tras el fallecimiento de su padre, ella reconstruyó su vida, encontró un nuevo marido, George Knight, y juntos vivieron décadas de amor y apoyo mutuo. Ese ejemplo de perseverancia y cuidado demuestra que una madre inspira incluso con sus decisiones tras haber sufrido.

Wilma murió en 2024 a los 103 años y Chuck le dedicó una emotiva despedida: “Te amamos, mamá. Hasta que nos volvamos a encontrar”. Ese amor, tan profundo y consciente de su valor, es la huella más duradera que una madre puede dejar.

Una verdadera madre, como Wilma, no es solo quien da la vida, sino quien la enciende con su fortaleza, su amor y sus valores. Enseña a enfrentar la adversidad con dignidad, convierte cualquier espacio en hogar, y transmite una fe que ilumina caminos inciertos. Ora cuando las fuerzas faltan. Lucha no solo por sus hijos, sino por su esperanza. Y deja un legado que nunca se extingue.

Carlos Garcés.
6 de septiembre de 2025.











"SENATOR". Carlos Garcés.

Comentarios