"LA CENSURA O LA COBARDÍA DE LOS QUE TEMEN LA VERDAD". Por Carlos Garcés.
Vivimos rodeados de censura. En los medios, en internet, en las redes, en los blogs. Y lo peor, quienes dicen defender la libertad de expresión, muchas veces son los primeros en silenciar.
Yo nunca he borrado una publicación por conveniencia. Ni en mi breve paso por la política, entre 2016 y 2017, ni como voz visible del movimiento negacionista a partir de 2020. Todo lo que he publicado, lo mantengo. Con nombres, con fechas y con razones.
En mi blog personal "Senator" siguen, por ejemplo, intactas las publicaciones y las fotos con Abascal y con dirigentes de VOX y, posteriormente en 2020, con líderes negacionistas cuando les apoyaba. No las borro porque fueron decisiones mías, tomadas por convicción y sin intereses ocultos. Borrarlas sería mentir. Yo no miento.
Más de una persona me ha preguntado por qué no las quito. La respuesta es sencilla: porque son parte de mi historia. Porque las hice con plena conciencia, sin engañar a nadie y sin pedir nada a cambio. Y porque detrás mío nunca hubo otro interés oscuro, más allá de servir a los demás y mostrar la verdad.
Mi única línea roja para eliminar o bloquear una publicación es el insulto y la amenaza en lo personal. Yo nunca he insultado a nadie en lo personal, y no acepto que me insulten. Pero discrepar, criticar, cuestionar y exigir justicia… eso siempre ha tenido sitio en mis espacios.
Por eso no entiendo, y no acepto, que se me silencie. Menos aún cuando esa censura proviene de quienes presumen de defender la libertad de expresión. No se puede exigir libertad para uno mismo y negársela a los demás; no se puede criticar el bloqueo ajeno mientras se practica el propio.
La coherencia es simple y se basa en no borrar, no manipular, no reescribir tu pasado. Lo que dijiste, lo dijiste. Lo que apoyaste, lo apoyaste. Borrar tu historia es borrarte a ti mismo.
Porque QUIEN BORRA, OCULTA O MANIPULA SU PASADO, NIEGA LA VERDAD.
15 de agosto de 2025.
Comentarios
Publicar un comentario