EL AISLAMIENTO COMO REBELDÍA. SCHOPENHAUER FRENTE A LA MEDIOCRIDAD ACTUAL. Por Carlos Garcés.
Hace unos días vi un vídeo que me parece especialmente interesante sobre un tema que Schopenhauer trató con claridad. El porqué las personas inteligentes tienden a aislarse o a huir de la vida social. A partir de esa reflexión, he querido escribir este artículo para compartir mi propio punto de vista.
Arthur Schopenhauer lo dejó escrito con una lucidez incontestable; las personas inteligentes y sensibles tienden al aislamiento. Y cada día que pasa me convenzo más de que tenía razón. No se trata de despreciar al prójimo, sino de proteger aquello que en nosotros hay de más valioso, la inteligencia, la sensibilidad, la libertad interior.
Cuando miro alrededor y veo en lo que se ha convertido esta sociedad, no puedo sino darle la razón. Vivimos en un tiempo donde todo está politizado hasta el absurdo, donde la gente repite consignas sin pensar, donde la banalidad y la mediocridad se han convertido en norma. La vida social ya no enriquece, sino que degrada. Las conversaciones se reducen a tópicos y frases vacías, a un intercambio que no aporta nada y que, al contrario, destruye la inteligencia y la sensibilidad de quien todavía conserva un poco de lucidez.
Por eso yo mismo he optado muchas veces por apartarme. Ante la imposibilidad de actuar grupalmente, el aislamiento, lejos de ser una huida cobarde, es hoy un acto de rebeldía y de desobediencia. Es mi manera de decir “NO” a la manipulación, “NO” al ruido, “NO” a una mayoría adormecida, robotizada, idiota y corrupta que ha vendido su alma a la política barata, al consumo y a las modas triviales. Aislarse es, para mí, una forma de salvar lo que aún merece la pena que no es otra cosa que la coherencia, la verdad y la dignidad personal.
No significa que esté en contra de la relación humana. Al contrario, lo ideal sería poder rodearme de personas que compartan esa misma inteligencia y sensibilidad, que eleven en vez de rebajar, que aporten en vez de restar. Pero como esa compañía sigue siendo la excepción y no la regla, prefiero seguir el consejo de Schopenhauer y continuar manteniéndome al margen, como llevo años haciendo, antes que dejarme arrastrar por la mediocridad de la sociedad podrida y perversa que nos rodea.
11 de septiembre de 2025.
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