CUANDO LOS OJOS NO VEN EL CORAZÓN. Por Carlos Garcés.

CUANDO LOS OJOS NO VEN EL CORAZÓN. Por Carlos Garcés.

Acabo de ver un vídeo que me ha conmovido profundamente. Una joven ciega le prometió a su novio que, si algún día recuperaba la vista, se casaría con él. Él lo dio todo: la llevó a médicos, buscó tratamientos, luchó contra la esperanza y la desesperanza. Los especialistas le dijeron que solo un trasplante de ojos podría devolverle la vista.

El novio desapareció durante unos días y, de pronto, aparecieron unos ojos para la muchacha. El trasplante fue un éxito: ella volvió a ver. Y lo primero que hizo el muchacho fue acercarse a ella con alegría, recordarle su promesa y decirle que había llegado el momento de casarse.

Pero al verla cara a cara, ella descubrió que él era ciego. Y entonces, sin temblarle la voz, le dijo que no podía casarse con alguien así. Que hasta allí había llegado su relación.

El joven, destrozado, solo alcanzó a responder: “Cuida de mis ojos”, y se alejó llorando en silencio.

Esa historia —real o no, poco importa— refleja con crudeza el mundo deshumanizado en el que vivimos. Una época en la que los sacrificios no cuentan, en la que el amor se mide en utilidades y en la que la entrega sincera es despreciada. Lo que debería ser un acto supremo de amor —dar lo más valioso de uno mismo— se convierte en motivo de abandono.

Hoy, en esta sociedad robotizada y fría, los que aman de verdad son los que terminan perdiendo. Hemos sustituido el corazón por la conveniencia, la lealtad por el interés y el sacrificio por el egoísmo. La ingratitud se ha normalizado y la falta de humanidad se disfraza de progreso.

Ese joven ciego representa a todos los que todavía creen en el amor verdadero, en la entrega sin condiciones, en la humanidad que parece extinguirse. Su gesto nos interpela: ¿qué hemos hecho con la capacidad de amar?

La respuesta, quizá, es tan dura como cierta: vivimos en un tiempo en que 

no faltan ojos que ven, sino corazones que sienten. Y esa es la verdadera condena de nuestra época:, VIVIR RODEADOS DE CUERPOS VIVOS CON ALMAS MUERTAS.

Carlos Garcés.
4 de septiembre de 2025.











"SENATOR". Carlos Garcés.

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