PRIVILEGIOS INDECENTES DE LA CASTA POLÍTICA E INSTITUCIONAL. IMPUNIDAD ABSOLUTA Y CIUDADANOS ARRODILLADOS. Por Carlos Garcés.



PRIVILEGIOS INDECENTES DE LA CASTA POLÍTICA E INSTITUCIONAL. IMPUNIDAD ABSOLUTA Y CIUDADANOS ARRODILLADOS. Por Carlos Garcés.


Me ha llegado un recuerdo de una publicación que compartí hace unos años, cuya imagen adjunto, y a través de la cual me gustaría reflexionar sobre lo que representa.

Este ticket, una simple nota de consumo en la cafetería  de una institución pública,  no es un recuerdo lejano del pasado, sino la prueba de una realidad que hoy sigue tan viva y podrida como entonces. Tres refrescos y media tortilla por un total de tres euros. Una burla a quienes viven fuera de esas paredes, en el país real, donde por tres euros casi no puedes ni comprar una botella de agua en muchos establecimientos.

¿Pagan IVA? ¿Acaso pagan algo? ¿Qué clase de broma es esta?

Desde hace décadas, pero sobre todo desde aquel fatídico 14 de marzo de 2020, los ciudadanos vienen siendo despojados de sus Derechos, exprimidos por una maquinaria fiscal despiadada, confinados, manipulados, silenciados, enfermados… y hasta asesinados. Todo ello bajo el mandato de una casta política que, además, goza de unos privilegios indecentes, absolutamente impensables en cualquier empresa privada.

Mientras millones de personas pierden su empleo, cierran sus negocios, hacen colas en los comedores sociales o viven con miedo esperando la ayuda del Estado, ellos siguen cobrando sueldos astronómicos, acumulando asesores inútiles, jubilaciones doradas, blindajes legales y menús subvencionados. Ni crisis, ni inflación, nada les afecta. Porque no viven como nosotros. No pisan el mismo suelo ni respiran el mismo aire. No pertenecen al mismo mundo.

Y sin embargo, lo más grave no es lo que ellos hacen. Lo más grave es lo que permite el 99,5% de los españoles. El problema más profundo no es la casta política, sino esos ciudadanos que siguen repitiendo como loros lo que les dictan, que acuden a votar, que obedecen todo lo que les echen sin cuestionar ni actuar como se debe, que justifican lo injustificable y legitiman lo criminal. Son los cómplices pasivos de una dictadura encubierta que cada día es más descarada y que se está implementando con éxito total en todos los rincones de España.

Desde el ayudante de un concejal del pueblo más pequeño hasta el presidente del Gobierno, todos deberían estar hoy mismo rindiendo cuentas ante la justicia por los gravísimos delitos que siguen cometiendo contra la VIDA, LIBERTAD Y DIGNIDAD HUMANA. Y sin embargo, ellos siguen libres, intocables, protegidos por un sistema podrido hasta el tuétano, en el que los medios de comunicación, de todas las ideologías, a su servicio aplauden, los jueces miran hacia otro lado y el pueblo calla y obedece sin rechistar.

Ese ticket de 3 euros no es una anécdota ni una reliquia; es una radiografía de lo que somos todavía hoy como país. Y nada cambiará mientras no retiremos, con firmeza y sin concesiones, los privilegios. Para los políticos, PRIVILEGIOS CERO. Como cualquier trabajador. Como cualquier ciudadano honesto. Como cualquier Ser Humano decente.

Pero para eso, primero, hay que dejar de ser esclavos. Dejar de ser borregos. Dejar de estar idiotizados con las nuevas tecnologías. Dejar de ser cómplices. Dar un giro de 180° a a la manera de ser y de hacer de la gente. Para cambiar haría falta conciencia, voluntad, principios y valores. Pero este populacho se ha acomodado a la mentira, al miedo y a la sumisión. Y así no hay futuro posible

Carlos Garcés.
4 de agosto de 2025.








"SENATOR". Carlos Garcés.

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