"DÍA MUNDIAL DE LA MUJER EMBARAZADA" Un alegato irrenunciable en defensa de la vida. Por Carlos Garcés.
"DÍA MUNDIAL DE LA MUJER EMBARAZADA" Un alegato irrenunciable en defensa de la vida. Por Carlos Garcés.
No soy partidario de celebrar días concretos, porque yo los celebro todo el año. Sin embargo, no deja de ser escandaloso que determinados sectores políticos y religiosos por muchos conocidos, que presumen de tener principios y valores, guarden silencio ante un día como el de hoy cuando celebran otros muchísimo menos importantes. Se ve que la vida ya no cotiza…
Hoy, 31 de agosto, se conmemora el llamado "Día Mundial de la Mujer Embarazada". Una fecha que, más allá de cualquier calendario comercial o efeméride puntual, debería servirnos para recordar una verdad esencial que no es otra que la vida Humana debe ser defendida desde la concepción hasta la muerte natural.
Como he dicho al comienzo, yo no creo en días señalados que después se olvidan en el calendario. Ni el “día de la madre” ni el “día del padre” ni tantas otras fechas que, en realidad, responden más a intereses comerciales que a un auténtico compromiso vital. Porque ser madre se honra cada día del año, y la defensa de la vida debe ser una causa permanente, diaria, irrenunciable.
Y, sin embargo, vivimos en un tiempo en el que esa defensa es ridiculizada, menospreciada e incluso criminalizada. Mientras algunos celebran la muerte disfrazándola de “Derecho” o de “libertad de elección”, la realidad es clara y no admite disfraces: el ABORTO y la EUTANASIA SON ASESINATOS. Ni más ni menos. Y quienes los promueven, los justifican, los defienden públicamente o los practican deberían estar entre rejas, respondiendo por los crímenes que cometen contra los más inocentes y los más débiles.
Un niño por nacer es una vida. Una madre que lucha por sobrevivir junto a su hijo es otra vida. Salvar ambas es un acto de humanidad, de justicia y de verdad. Arrebatar esas vidas, en cambio, es BARBARIE PURA, revestida de palabras bonitas y de leyes corruptas.
No hay excusa posible. No hay pretexto moral que pueda justificar el exterminio de los no nacidos ni el ASESINATO de ancianos, enfermos o discapacitados bajo el nombre perverso de “muerte digna”. La dignidad está en vivir, en luchar hasta el final, en acompañar y proteger, no en eliminar al que sufre.
Hoy quiero recordar que este día no debería olvidarse mañana, ni guardarse en un cajón como un recuerdo pasajero. El día de la vida es todos los días. LA MADRE MERECE RESPETO CADA DÍA. EL HIJO MERECE PROTECCIÓN CADA DÍA. EL ANCIANO MERECE CUIDADO CADA DÍA. EL ENFERMO MERECE TERNURA CADA DÍA.
El resto son excusas. El resto es mentira. Y quienes no defienden la vida, quienes promueven la muerte, son culpables y cómplices, cuando no autores, de un crimen atroz contra la humanidad.
La causa de la vida no admite neutralidad, O SE ESTÁ CON LA VIDA O SE ESTÁ CON LOS ASESINOS.

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