EL MÓVIL QUE SUENA, VIBRA O INTERRUMPE; LA DISTRACCIÓN QUE MATA EL RESPETO. Por Carlos Garcés.
Hay comportamientos que retratan a una persona de inmediato, y uno de ellos, cada vez más frecuente y cada vez más repulsivo, es la esclavitud voluntaria al teléfono móvil en medio de una conversación personal.
Estoy harto, y lo digo sin rodeos. Harto de que, cuando uno se sienta a hablar, a compartir un café, una comida o simplemente un rato de silencio con otra persona, el dichoso móvil esté presente como un tercero incómodo, inoportuno y maleducado. Encima de la mesa, vibrando en el bolsillo, sonando en el bolso o revisado cada dos minutos como si fuera un tótem sagrado. Es una grosería. Una falta de respeto. Una muestra obscena de adicción y de ausencia de educación básica.
Cuando yo me siento con alguien, me entrego a esa presencia. No me divido. No me disperso. No le envío a esa persona el mensaje (implícito pero claro) de que “estoy contigo… pero a medias, por si alguien más importante me escribe”. Porque eso es exactamente lo que se comunica al mirar una pantalla en mitad de una conversación: “tu tiempo vale menos que cualquier notificación idiota”.
El móvil se ha convertido en el refugio de los cobardes sociales, en la excusa de los que no saben escuchar, en la droga de los que ya no soportan ni el más mínimo instante de silencio o de presencia auténtica. Es el apéndice electrónico de una sociedad idiotizada, robotizada, superficial, infantilizada.
Y lo más triste es que se ha normalizado. Nadie se escandaliza ya de ver a dos personas en una terraza sin hablarse, cada uno absorbido por su aparato, como si eso fuera lo natural. Pues no: lo natural es mirar a los ojos, hablar, escuchar, callar, pensar y sentir. Todo lo que el móvil está matando lenta y sistemáticamente.
Por eso lo digo con toda claridad: QUIÉN QUIERA COMPARTIR TIEMPO CONMIGO, QUE APAGUE SU MALDITO TELÉFONO. No me interesan las personas que se excusan constantemente con un “ay, perdona, es que me están escribiendo”, “un segundo, es importante”. LO IMPORTANTE, SI ESTÁS CONMIGO, SOY YO. Y SI NO LO SOY, VETE Y DEJA DE FINGIR QUE ESTÁS PRESENTE.
Esto no va de tecnología. Va de dignidad. Va de respeto. Va de saber comportarse como un Ser Humano y no como una terminal obediente. Sí EL MÓVIL NO ESTÁ APAGADO CUANDO ESTÁS CON ALGUIEN, EL QUE ESTÁ APAGADO ERES TÚ.
26 de julio de 2025.

Comentarios
Publicar un comentario