CINCO AÑOS DE LA MANIFESTACIÓN QUE DEBIÓ SER Y NO FUE. MADRID, 11 DE JULIO DE 2020. Por Carlos Garcés.

CINCO AÑOS DE LA MANIFESTACIÓN QUE DEBIÓ SER Y NO FUE. MADRID, 11 DE JULIO DE 2020. Por Carlos Garcés.

Mucho ha llovido desde entonces. Hoy se cumplen cinco años.

Hacia finales de marzo, principios de abril del año 2020, un grupo de siete personas, preocupados por la deriva que esta falsa pandemia y enfermedad del COVID estaba tomando, creamos el "MOVIMIENTO POR EL DESPERTAR CIUDADANO". El objetivo inicial fue dar una respuesta clara y contundente contra el gran atropello, nunca vivido tan a la descarada, de libertades y Derechos fundamentales que había comenzado a tener lugar.

Jamás hubiéramos imaginado las enormes dificultades, trabas, presiones y palos en las ruedas a los que nos tuvimos que enfrentar. Estas circunstancias nos obligaron, a última hora, a desconvocar una manifestación con inicio en la Plaza de Cibeles y final en el Congreso de los Diputados.

En aquel momento tuvimos muchos apoyos porque había una cierta unidad en la verdad dentro del mundo negacionista, y también muchos intentos de manipularla descaradamente por parte de algunos que luego, como se ha demostrado, montaron sus chiringuitos para vivir de las medias verdades.

En los últimos preparativos, la Delegación del Gobierno en Madrid nos comunicó que debíamos cumplir determinados requisitos. Uno de ellos fue llevar mascarillas, algo totalmente inaceptable por nuestra parte, además, en un momento en el que no era "obligatorio" si se guardaba la distancia de seguridad. No tenía sentido convocar una manifestación en contra, entre otras cosas, del uso de las mascarillas e ir a la misma con ellas puestas. Aparte que yo, en mi día a día, nunca he llevado mascarilla pero era yo el responsable de mis actos; lo que no podía era responsabilizarme, como cabeza visible de dicha manifestación, de lo que tropecientas mil personas pudieran hacer y máxime cuando estoy convencido, como posteriormente se demostró, que grupos de infiltrados hubieran roto la misma.

Yo mismo, que estaba acostumbrado a luchar en Cataluña, durante mi fugaz paso por el mundo de la política, contra los independentistas, convocando actos, manifestaciones, etc., en ese instante me di cuenta de que el enemigo era mucho más poderoso de lo que algunos sopesábamos. Creíamos que las leyes vigentes aún nos amparaban. Y todo ello en un momento en el que pensábamos que había esperanzas de que todo cambiaría con el apoyo de las masas.

Pero nos equivocamos. Nunca habríamos podido imaginar que las leyes serían pisoteadas con tanta impunidad, a plena luz del día, sin oposición efectiva y con la complicidad institucional de todos los partidos políticos y poderes del Estado sin excepción alguna. Pero lo más desgarrador, y más difícil de aceptar, fue constatar la corrupción moral y el aborregamiento colectivo de la práctica totalidad de la población española, que no solo tragó con todo, sino que aplaudió y justificó cada paso hacia la sumisión general. El problema no fue solo la élite gobernante, sino el rebaño obediente que hizo posible su tiranía.

Nunca hubiéramos imaginado la ferocidad, y hasta alguna que otra traición, dentro del mismo movimiento. En aquel momento tampoco pensábamos que la casi totalidad de la población española (99,5%) acabaría apoyando las políticas globalistas de “sus genocidas”.

Y hoy lejos de haber avanzado, la sociedad ha retrocedido. Y ante esto, algunos nos hemos tenido que radicalizar más desde entonces.

A modo de recordatorio, os dejo el vídeo de la convocatoria, compartido y apoyado por la práctica totalidad del negacionismo español en aquel momento, el manifiesto, y las explicaciones de una de las cosas que quisimos hacer por nuestros semejantes para abrirles los ojos y, por ende, el entendimiento.

DE LO QUE DEBIÓ SER Y NO FUE.

Carlos Garcés.
11 de julio de 2025.