CAMINAR AUNQUE NO SE LLEGUE. Por Carlos Garcés.


CAMINAR AUNQUE NO SE LLEGUE. Por Carlos Garcés.

Acabo de ver un breve vídeo de Eduardo Galeano. Dura apenas unos segundos, pero contiene más verdad que muchos discursos enteros. En él, Galeano se pregunta:

¿Para qué sirve la utopía?

Y se responde con una imagen que toca el alma:

“La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos. Camino diez, y la utopía se corre diez pasos más allá. ¿Entonces para qué sirve? Para eso: sirve para caminar.”

Qué manera tan clara, tan sencilla y tan hermosa de decir lo esencial.

En tiempos como los nuestros, cuando todo nos empuja al cinismo, a la resignación o a la pasividad, estas palabras son un bálsamo y un acicate. Porque no se trata de llegar, se trata de no dejar de andar.

La utopía, como el horizonte, no se alcanza… pero marca el rumbo.

Y uno no camina porque tenga garantizado el éxito, sino porque sabe que detenerse es rendirse, y rendirse es morir en vida.

Caminar hacia la utopía es rechazar el conformismo. Es decir no al “esto es lo que hay”. Es mantener la esperanza activa, rebelde, lúcida.

Y aunque sepamos que ese mundo más justo, más libre, más verdadero no se materialice del todo… el solo hecho de avanzar hacia él nos hace mejores.

Por eso hoy comparto este pequeño vídeo de Galeano. No para idealizarlo, sino para recordar que, como él, hay que seguir caminando, incluso cuando la meta se aleja.

Porque si la utopía no sirve para llegar… sirve para no detenerse.

Y eso, en este mundo paralizado por el miedo o anestesiado por la comodidad, ya es mucho. Ya es todo.

Carlos Garcés.
22 de julio de 2025.












"SENATOR". Carlos Garcés.

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