"Nadie es más odiado que el que dice la verdad". Platón.



Esa frase sugiere que las personas que dicen la verdad a menudo enfrentan rechazo o desprecio. Esto puede ser porque la verdad a veces es incómoda o desafía las creencias o intereses de otros. Al decir la verdad, a veces se pueden generar conflictos o incomodidades, lo que puede llevar a que la persona sea malinterpretada o rechazada.

Y eso es moneda de uso corriente en las últimas décadas en una España en la que no cabe un corrupto y un idiota más y donde la dignidad humana ha desaparecido por completo.









"SENATOR". Carlos Garcés.

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