Goerge Foreman:
"Tenía veintidós años cuando me preparaba para luchar contra Joe Frazier por el título de peso pesado en Jamaica. Estaba tan concentrado que durante el trabajo en la carretera, ni siquiera me di cuenta de que el agua a mi lado era clara y azul. Luché con esa misma intensidad, y en dos rounds, me arrebaté ese título. Dos años después, cuando luché contra Muhammad Ali en el Zaire, usé toda mi energía temprano y en el octavo asalto, había perdido mi título. Me llevó veinte años ganarlo de nuevo. ¡Veinte años! Para entonces, la paciencia me había convertido en un hombre diferente."
"Cuando entrené para esa lucha contra Michael Moorer en Las Vegas, corrí en las montañas. Esta vez, pude ver las ovejas. Eso es porque cuando eres paciente, observas. Esta vez, no intenté hacerlo todo en la primera ronda. Me he conservado a mí mismo. He observado. Esperé el momento justo en la décima ronda para aterrizar mi tiro."
"La paciencia influye en todas las áreas de tu vida. Cuando eres joven, ves el Cadillac en la ventana del concesionario y tienes que tenerlo ahora. Pero la paciencia te enseña que dentro de veinte años, un Cadillac seguirá en la ventana. Puedes conseguir lo que quieres eventualmente. Y si eres paciente, no te perderás nada en el camino. ”
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