"HABEMUS LUCEM". Por Carlos Garcés.


Hace pocos minutos que se ha hecho la luz, al menos en la zona donde yo resido, en un país con "pocas luces". 

"HABEMUS LUCEN". 

Me comentan que en la mayoría de lugares del pais todavía no se ha restablecido la luz. Pero, en mi caso, durante estas más de seis horas que ha durado el apagón he tenido ocasión de comprobar la reacción de las personas y  ha sido como me esperaba.

Concretamente esta tarde me encontraba sentado en una terraza, rodeado de personas que no habían podido acudir a sus trabajos, a las actividades extraescolares de sus hijos, coger un tren, o desplazarse en autobús. El transporte público estaba colapsado y casi paralizado, pero el ambiente era tranquilo, casi festivo con comercios cerrados y la gente paseando: todos disfrutábamos de una inesperada tarde soleada.

La conversación en las mesas de mi alrededor flotaba entre risas y suposiciones: dado que habían anunciado que no se conocían los motivos y que la situación se podía prolongar varios días. Dado que el jueves día 1 de mayo es festivo he llegado a escuchar como  la gente hacía ya sus improvisados planes pensando en un puente o mejor dicho en un acueducto.

Al cabo de media hora de estar sentado, una niña gritó con entusiasmo que la luz había vuelto. La noticia, que en otro contexto habría desatado aplausos o sonrisas, apenas provocó reacción ni comentario alguno. Observé a mi alrededor y vi rostros que no expresaban alegría, sino algo muy distinto: una especie de indiferencia o desilusión contenida.

Era como si, en el fondo, la llegada de la luz hubiera interrumpido un plan no confesado o que se estuviera cociendo: prolongar ese paréntesis inesperado en sus rutinas laborales. Como si, en lugar de devolver la normalidad, la luz hubiese traído consigo la obligación de regresar al trabajo, de volver a la prisa, a la agenda, a la responsabilidad.

Está claro que a veces, no es tanto lo que sucede, sino lo que secretamente deseamos que pase, lo que da forma a nuestro ánimo.

Y lo que he vivido esta tarde en esa terraza demuestra, una vez más, lo que tantas veces vengo diciendo sobre la desidia y las nulas ganas de trabajar que tienen estos "seres sin alma" españoles.

Ahora esperemos  ver la versión oficial, si es que la hay, de este apagón y las consecuencias que de todo tipo va a tener para los ciudadanos. No lo duden. Las cosas no pasan porque si. Y más este extraño apagón.

ESTO NO ES NORMAL. COMO NO ES NORMAL QUE A ESTAS HORAS NADIE NI GOBIERNO NI ELÉCTRICAS SEPA LAS CAUSAS DEL CORTE. NO ME LO CREO. ALGO OCULTAN.




Carlos Garcés.

28 de abril de 2025.







"SENATOR". Carlos Garcés.


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