CONTRAINFORMACIÓN.
"La auténtica contrainformación no añade fantasías, al contrario, revela lo esencial. Sólo cuando se abandonan las interpretaciones subjetivas y se adopta una lectura lúcida de la realidad se consigue claridad. Observar sin distorsiones emocionales o ideológicas no equivale a la pasividad. Es el prerequisito para la acción consciente.
En cambio, la mayoría de las voces de la llamada «contrainformación» no ofrecen hechos, sino narrativas alternativas contaminadas por las mismas tácticas manipuladoras que pretenden combatir. Presentan hipótesis como certezas, enlazan sucesos aleatorios en tramas fantásticas, sustituyen el análisis riguroso por la indignación preconcebida. Lo mejor es que luego se acusan mutuamente de ser unos falsos contrainformadores. En cada intervención empiezan con «los falsos contrainformadores te dicen eso, en cambio yo...».
La verdadera resistencia a la información manipulada de los medios de comunicación es ante todo una disciplina mental: observar sin recitar un guión predeterminado, distinguir entre lo que sabemos y lo que suponemos, mantener esa calma interior que no es indiferencia, sino el fundamento de la lucidez. Sólo así se pueden identificar espacios reales de actuación, sin malgastar energías en batallas imaginarias o reacciones automáticas.
La verdadera contrainformación no sugiere qué pensar y está libre de la necesidad de confirmar las propias convicciones."
https://t.me/weltanschauungitaliaofficial/6470
En cambio, la mayoría de las voces de la llamada «contrainformación» no ofrecen hechos, sino narrativas alternativas contaminadas por las mismas tácticas manipuladoras que pretenden combatir. Presentan hipótesis como certezas, enlazan sucesos aleatorios en tramas fantásticas, sustituyen el análisis riguroso por la indignación preconcebida. Lo mejor es que luego se acusan mutuamente de ser unos falsos contrainformadores. En cada intervención empiezan con «los falsos contrainformadores te dicen eso, en cambio yo...».
La verdadera resistencia a la información manipulada de los medios de comunicación es ante todo una disciplina mental: observar sin recitar un guión predeterminado, distinguir entre lo que sabemos y lo que suponemos, mantener esa calma interior que no es indiferencia, sino el fundamento de la lucidez. Sólo así se pueden identificar espacios reales de actuación, sin malgastar energías en batallas imaginarias o reacciones automáticas.
La verdadera contrainformación no sugiere qué pensar y está libre de la necesidad de confirmar las propias convicciones."
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"SENATOR". Carlos Garcés.
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