CONFINAMIENTOS CLIMÁTICOS: ¿QUIÉN TIENE LA CULPA? Por Counterpropaganda.



CONFINAMIENTOS CLIMÁTICOS: ¿QUIÉN TIENE LA CULPA?

Pues aquí estamos, nuestras libertades pronto serán restringidas por el estado en virtud de otra falsa emergencia. Las masas aplaudirán las medidas y los que se atrevan a alzar la voz serán marginados por los medios de comunicación, insultados y odiados, una vez más.

La pregunta que quiero plantear hoy es: ¿De quién es la culpa? ¿Es realmente el gobierno español mucho peor que el de otros países?

No, amigo mío, la culpa la tienes TÚ. Sí, TÚ que estás leyendo este mensaje. ¿No entiendes por qué? Sigue leyendo por favor, aunque no te apetezca.

TÚ que te has pasado los últimos años perdiendo el tiempo y siguiendo a falsos profetas que te mantenían bien entretenido con sus contenidos mientras vivían de tus donaciones.

TÚ que te aburres cuando un servidor y otras personas valiosas escriben en este canal y te dicen lo que todos deberíamos hacer.

TÚ que creíste a los que te dijeron que era una plandemia, pero que el covid existe y fue creado en un laboratorio. Y TÚ confirmaste este hecho varias veces diciendo que es cierto porque «perdiste el olfato».

TÚ que estás ayudando ahora a la narrativa del cambio climático diciendo que todos los cambios meteorológicos son causados por chemtrails y HAARP. Por tanto, si el cambio climático existe, como TÚ estás diciendo, el gobierno debe protegernos. Como tuvieron que protegernos de un virus, lo cual TÚ nunca negaste. ¿Comprendes?

Estoy cansado de gritar en el desierto y no tengo ninguna esperanza de que el trabajo que llevo años haciendo GRATIS en este canal cambie nada.

A estas alturas, se trata de hacer lo que necesito para mi propia conciencia, y por eso sigo escribiendo.

TÚ, por tu parte, vete a preguntar a tus profetas qué se supone que tienes que hacer cuando no te dejen salir de casa debido a una tormenta de toda la vida. Te dirán que puedes seguir viendo sus contenidos y luego te pedirán una donación.

Mala tempora currunt.




"SENATOR". Carlos Garcés.


Comentarios