El fundador de Telegram, Pavel Durov, reveló recientemente a Tucker Carlson que el FBI se acercó a un ingeniero de Telegram, intentando contratar en secreto para instalar una puerta trasera que permitiría a las agencias de inteligencia estadounidenses espiar a los usuarios.




El fundador de Telegram, Pavel Durov, reveló recientemente a Tucker Carlson que el FBI se acercó a un ingeniero de Telegram, intentando contratar en secreto para instalar una puerta trasera que permitiría a las agencias de inteligencia estadounidenses espiar a los usuarios.

Él se negó, fortaleció la descentralización de su app Telegram, y anoche fue detenido por proteger a sus usuarios y no censurar la libertad de expresión.

La Unión Europea vía Justicia Francesa le amenaza con 20 años de prisión responsabilizándole de lo que se habla en su red social, y le pide los códigos maestros de acceso a Telegram.

Su defensa afirma que siempre se ha colaborado con la justicia en terrorismo, pederastia, tráfico de drogas y otras ilegalidades, pero que los estados no quieren aceptar un lugar donde sus servicios de inteligencia ignoran quiénes y de qué hablan sus ciudadanos. 

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