Sobre el vicario general de la archidiócesis de Tarragona. Franco ganó una guerra y punto. Por Carlos Garcés.

FRANCO GANÓ UNA GUERRA Y PUNTO.

Que la Iglesia Católica como todas las iglesias que conozco, sin excepción alguna,  lleve años sirviendo a Satanás no es ninguna novedad. 

Que la Iglesia Católica, como todas las demás que conozco, sin excepción alguna, sea parte activa de la criminal y genocida AGENDA 2030 que tanto mal, sufrimiento  y tanta destrucción ha causado y continúa causando, no es ninguna novedad

Y dentro de esa línea, que la Iglesia Católica, como todas las demás, no haya apoyado a quien la engrandeció y a quien luchó contra el mal comunista ganando una guerra y con ello  abriendo un período de cuarenta años de paz y de prosperidad para España y para los españoles tampoco es de extrañar.

Pero que este tipejo de Vicario general o como se llame se "olvide" de los no pocos curas y monjas que fueron asesinados por el otro bando dando a entender que unos eran mejores que otros, por ahí no paso porque eso no es de recibo.

Lo que tenía que haber hecho esta piltrafa es callarse o bien rogar por los muertos de ambas partes porque en una contienda  hay muertos e injusticias por todos los lados. Pero no, este va con lo que hoy se lleva.

Sólo hay que ver a este tipejo el día que tomó posesión como vicario general y cuya foto se adjunta.

Carlos Garcés.

16 de abril de 2024.

NOTICIA:👇

El vicario general de la archidiócesis de Tarragona participa en un acto republicano y pide perdón a "las víctimas de la represión franquista""

https://infovaticana.com/2024/04/15/el-vicario-general-de-la-archidiocesis-de-tarragona-participa-en-un-acto-republicano-y-pide-perdon-a-las-victimas-de-la-represion-franquista/

por redaccioninfovaticana | 15 abril, 2024

Iglesia española

El mundo al revés es lo que deben pensar los familiares de quienes dieron dieron su vida por Dios y por España durante la Guerra Civil española al ver al arzobispado de Tarragona pedir perdón a quienes asesinaron sin piedad a cientos de curas, monjas, obispos y laicos por el mero hecho de ser católicos.

El vicario general de la archidiócesis de Tarragona participó el domingo 14 de abril, día en que los comunistas y republicanos celebran el día de la república, en un acto homenaje a las «víctimas del franquismo» en el cementerio municipal de Barcelona.

Ataviados con banderas de la II república, unas pocas decenas de personas acudían a este acto, entre ellas estaba Joan Águila, vicario general de la archidiócesis de Tarragona quien en declaraciones a medios pidió perdón por el papel de la Iglesia durante «la represión franquista» obviando que él hubiera sido fusilado en aquellos años simplemente por ser cura.

«Manifestamos nuestra proximidad hacia las víctimas, no solo queremos decir que si nos hemos equivocado, pedir perdón, sino que podemos ayudar a esta recuperación de la memoria», llega a decir el número dos del arzobispado de Tarragona.

Lo más escandaloso es que el arzobispo de Tarragona, Joan Planellas, no ha podido ser presente al homenaje de este domingo «por cuestiones de agenda», aunque el vicario ha señalado que de cara al próximo año intentará tomar parte en el acto.

Joan Águila, el vicario separatista de Tarragona

Francisco Fabra ya contó este verano en el blog Germinas Germinabit que Joan Águila Chavero -quien juró el cargo del vicario general en vaqueros y en polo-  es un ferviente devoto del proceso separatista catalán.

Joan Águila Chavero fue uno de los tantos sacerdotes catalanes que estampó su firma en el manifiesto independentista de octubre de 2017.

Joan Águila el día de su juramento como vicario general de la archidiócesis de Tarragona

Además, este sacerdote que solo pide perdón a los que asesinaron a sus predecesores al servicio de la Iglesia, fue también quien colgó en el campanario de la iglesia de San Juan Bautista (Valls) una gran pancarta amarilla con la palabra «Libertad» en apoyo a los políticos golpistas que fueron encarcelados.

Quedamos a la espera de que el arzobispado de Tarragona comunique cuando va a participar en un acto homenaje a las víctimas del odio y la persecución religiosa que fueron asesinadas «por la libertad» de la «idílica» II República de comunistas, socialistas y anarquistas.

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