"Nunca olvidaré". Por Counterpropaganda.



"Nunca olvidaré estos años. Nunca olvidaré el aplauso a la conculcación de nuestros derechos fundamentales. Nunca olvidaré el silencio de mis compañeros periodistas, que asumieron como única verdad el discurso oficial, que censuraron cualquier disidencia.

Nunca olvidaré la pasividad de los que se decían mis amigos, que jamás discutieron las medidas coercitivas que sufrí por decidir no inocularme.
No olvidaré el chantaje, la presión, la humillación, el bullying institucional y mediático.

Jamás olvidaré la discriminación sufrida por mi hijo menor de edad por ser el único no inoculado de su clase. Fue enviado a casa (sanísimo) cuando un compañero de aula (inoculado) se puso enfermo 🤦.

No perdono la vileza de la izquierda a la que he votado toda la vida: cómo discriminaron y excluyeron, cómo barajaron la vacunación obligatoria, como amenazaron y coartaron.

No olvidaré jamás que me impidieron entrar en los teatros, los cines, los restaurantes, las piscinas y los conciertos. No olvidaré que me obligaron a clausurar mi club de lectura.

No olvidaré que me impidieron viajar. Que trataron por todos los medios de convertirme en una paria social porque no me doblegué ante su chantaje. Que me insultaron, me acribillaron a llamadas, me trataron de insolidaria, incívica, cateta, loca.

No olvidaré al médico que me dijo “pues si acabas en la UCI a mí no me darás pena”. No olvidaré que quisieron negarnos la asistencia médica que no se le hurta ni a un perro.

No olvidaré el terror a caer enferma porque me horrorizaba ir a un centro de salud, a un hospital. Mi percepción de los médicos había cambiado: ahora me sentía vulnerable y amenazada por ellos.

Jamás olvidaré la profunda sacudida al comprender que la ciencia ya no era tal, que eran mercaderes sin empatía ni conciencia, que nuestra salud nunca les importó.

No olvidaré. Nunca. Y, sin embargo, siento que esta experiencia me ha despertado de un profundo sueño. El sueño de que los políticos deciden, los médicos curan, los periodistas informan y los amigos están al lado de una en las buenas en las malas.

El sueño de que vivimos en un Estado de Derecho en el que las libertades están blindadas. El sueño de la confianza en el juicio crítico de los ciudadanos. El sueño de todo aquello en lo que creí: la ecología, el feminismo, el socialismo…

He atravesado una tormenta y el ser humano que la ha capeado a duras penas poco tiene que ver con el que era en 2020. Reconozco en mí un cinismo y un rencor nuevos. Es el precio que he pagado por mantener mis convicciones (quizás erróneas, pero mías).

Gracias a todos los que tuvisteis la valentía y el coraje de resistir, gracias desde el fondo de mi corazón.

Gracias a los médicos honestos, los periodistas curiosos, los científicos comprometidos, los ciudadanos valientes, los amigos que me arroparon.

Y a todos los demás, que os vayan dando. Por primera vez en la vida -y tengo 56 años- me la sopla mucho lo que penséis.

Es lo bueno de haber vivido esta gigantesca, absurda y macabra farsa."

Fuente: https://twitter.com/SaBpons/status/1654523467675455489?s=20

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