“Avanzan hacia el control tecnológico total” por Bert Olivier vía BrownStone Institute
Parece como si la advertencia de Martin Heidegger contra la "esencia de la tecnología" -Gestell, o Enframing-, una forma de pensar que enmarca todo lo que pensamos, hacemos y a lo que aspiramos, en términos de parámetros de uso o control óptimos, no fuera una ilusión, juzgando por la evidencia de tales intentos en la actualidad. Al parecer, investigadores de ingeniería de la Universidad Northwestern han conseguido desarrollar y construir el primer microchip volador del mundo. Pero en lugar de poner en práctica esta asombrosa hazaña para mejorar la vida de las personas, parece ocurrir lo contrario.
Estos objetos voladores, casi invisibles, serán programados y utilizados por organizaciones como el Foro Económico Mundial (FEM) para vigilar a la población y detectar los llamados "delitos de pensamiento" de los ciudadanos. No hace falta aclarar que esto se hará con el objetivo de controlar a las personas de manera infalible, anticipándose a una supuesta acción "delictiva" antes de que se cometa.
Esta noticia pone de relieve uno de los valores de la ciencia ficción: anticiparse a lo que puede ocurrir, y a menudo ocurre, en el espacio social real, como es el caso. Cualquiera que esté familiarizado con la película noir de ciencia ficción de Steven Spielberg de 2002, Minority Report, reconocerá aquí la contraparte en el mundo real de la narrativa de la película, que gira precisamente en torno a la capacidad de detectar pensamientos e intenciones "criminales" en la mente de las personas antes de que se cometan estos delitos, especialmente asesinatos.
La diferencia es que en la película de Spielberg la capacidad de intuir y anticipar futuros crímenes no pertenece a dispositivos técnicos, sino a tres seres humanos clarividentes (llamados "precogs"), de cuyas capacidades psíquicas de anticipación dependen los miembros de la unidad policial “Precrimen”. (…)
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¿Y QUÉ HACEMOS AQUÍ EN ESPAÑA PARA COMBATIRLO Y ELIMINARLO COMO SE DEBE? NADA.
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