Sobre la corrupción y pasividad ante la AGENDA 203O. Respuesta de Carlos Garcés a un seguidor.



Buenas noches César.
Muchas gracias por tus palabras.

Solo hay una manera de actuar ante aquellos que con sus medias verdades, las peores mentiras que existen, están haciendo un gravísimo daño a la VERDAD y a aquellos que nos hemos enfrentado en el día a día contra esta sinrazón. Y por ello no pocos problemas hemos tenido.
Y nuestra obligación es desenmascararles.

Después de hacer una labor pedagógica y didáctica durante los primeros años de esta falsa pandemia y enfermedad del covid, hoy afirmo que no ha habido resultado pues el daño que se le ha hecho es irreversible e irreparable. Y esto es una realidad.

En cuanto a los que obedecen. Yo sí que los culpabilizo dado que su actitud de obediencia y sumisión y su pasividad TOTAL ante el mal ha hecho y continúa haciendo que el mal haya triunfado ante el bien en España.

Y yo podría entender que todo el mundo tiene sus tiempos y que todo el mundo puede avanzar pero no es el caso. En primer lugar porque estamos ante seres que han dejado de pensar y de tener criterio propio porque se han convertido en zombies o muertos vivientes irrecuperables. En segundo lugar porque desde el 14 de marzo de 2020 estamos en un estado de legítima defensa por unos acontecimientos que jamás se han vivido y en un estado de legítima defensa, como he dicho en muchas ocasiones, son ELLOS O NOSOTROS. Y los motivos que ELLOS tengan para actuar como están actuando con sus silencios y sus colaboraciones, conscientes o no conscientes, eso en esta situación, no importan.

No hay orden ni claridad de ideas y se dan palos al aire.

Por lo demás yo sigo en mi rebeldía y desobediencia en mi entorno vital comprobando como, lamentablemente, nadie aporta, desde un punto de vista grupal, acciones para combatir y eliminar a todos aquellos que están haciendo de la AGENDA 2030 un éxito total que son todos los que viven de la política o tienen intereses en ella.

Gracias de nuevo, César, por leerme y continuemos en nuestra lucha individual porque trágicamente  otro tipo de lucha colectiva, que es la que nos haría más fuertes, no cabe. Y que Dios reparta suerte!!!

Un saludo cordial.

Carlos Garcés 

27 de enero de 2024.

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