El instrumento ideológico más dañino de todos. Por rickytitraun. Counterpropaganda.




El instrumento ideológico más dañino de todos.
31 de diciembre de 2023 por rickytitraun

Existe un hechizo sobre la población en general. Tiene que ver con la división política izquierda/derecha. Alrededor de ella gira la gran mentira de las ideologías y la pugna política que somete la mente cautiva de la población.

Creo que cualquiera que se aventure a leer este texto ya lo sabe pero vamos a describir sucintamente el origen de los términos para ponernos en contexto. Por favor, los avisados, sed pacientes.

El concepto nace en la Revolución Francesa a causa del posicionamiento de los parlamentarios en la Asamblea Francesa (porque es así, por extraño que te parezca, incauto ciudadano, en la monárquica y dictatorial Francia de finales del S.XVIII existía previamente un parlamento).
Los más proclives a mantener algo parecido al orden vigente se situaban a la derecha de la silla del presidente de la asamblea mientras los que abogaban por un cambio radical quedaban en la parte izquierda. Algo tan prosaico como eso.

Después, el término fue usado por politólogos de un modo “profesional” para acabar siendo usado de modo común por los teóricos y los políticos, mientras los medios de comunicación, con el pasar de los años, fueron los que difundieron la dicotomía en la vida cotidiana de los ciudadanos.
Por la naturaleza de su origen, la derecha ha quedado vinculada al orden y la tradición. Mientras la izquierda a la adquisición de derechos.

No hay correlación obvia entre un movimiento político y su situación en el espectro político. Un ejemplo: los liberales eran los radicales izquierdistas de principios del S.XIX. Sin embargo, hoy ocupan un lugar a la derecha. Siendo considerados de centro en algunos países en función de los partidos políticos en la escena pública.

Porque esto es así también, el lugar que se ocupa en el espectro político depende tanto del resto de partidos políticos implicados como de los derechos que existen en un escenario político concreto.

Otro ejemplo: la Ciencia Política no se pone de acuerdo en situar los partidos separatistas en alguno de los lados del espectro. Siendo ubicados según ideas adyacentes del propio partido o el modo en que ejercen el activismo político. Tengamos en cuenta de que un partido separatista al tiempo que reivindica tradiciones históricas particularistas promueve nuevos derechos. También se les podría situar en la extrema derecha por esencialistas y la extrema izquierda por su voluntad de liberación.
Con estos breves ejemplos, queda claro que la división izquierda/derecha es un espejismo que hace las veces de explicación simplista de la realidad, algo por definición sumamente complejo. No es un estado de la materia. No es algo sólido y que se sostenga en su validez por sí mismo. No es un concepto monolítico de las ideas ni de la Historia y, en realidad, ni siquiera de la Historia de las ideas. Es una arbitrariedad. El mantenimiento en la mente de los ciudadanos como un ente con características definidas y fijas, una mentira interesada. Un engaño.

Quizás sea más útil señalar el hecho de que tanto una como otra han creado movimientos, partidos, leyes y regímenes totalitarios, así como una represión salvaje. El poder como sustancia atrapa al débil ser humano sea cual sea el modelo político. Siendo esta división, una manipulación propagandística con el fin de ejercer los resortes del Estado, atrapar conciencias y disfrutar del consentimiento de los gobernados.

Sin embargo, el hechizo funciona. Los ciudadanos se adscriben a uno de los lados en tanto su situación económica, su origen familiar, la educación recibida, de ideales personales no reflexionados a causa de una ignorancia fundamental sobre la Historia y la genealogía de las doctrinas políticas. Añadimos que son convenientemente aliñadas por una enseñanza estatal precaria y el fomento del enfrentamiento ideológico a través de los altavoces mediáticos.
El mismo Marx consideraba la ideología como un conjunto de ideas mutiladas, deformadas e INVERTIDAS DE LA REALIDAD, las cuales, a la vez que son concepción de la Historia, ocultan el verdadero desarrollo y dinámica de la sociedad y legitiman al poder dominante mediante la ocultación de sus verdaderos propósitos.

Así es, amigos míos, cuando un político te habla de su ideología te ofrece una imagen invertida de la realidad para ocultar sus propios intereses mientras se postula como solución general a los problemas. TE MANIPULAN.

No es baladí el hecho de que legitima el poder dominante. El verdadero poder está detrás de bambalinas, haciendo y deshaciendo; oculto e invisible; apátrida y apolítico en diferentes términos en que lo somos nosotros. Lo importante es detentar el poder y usarlo. Marx fue financiado toda su vida profesional por la Internacional de la Riqueza y hasta especuló en bolsa.
¿Has oído el término Ingeniería Social?¿Sabías que se puede diseñar una sociedad? ¿No te das cuenta de que cada pensamiento que se te ofrece es inocuo para los que de verdad mandan?

La realidad es que con la economía nos clasifican y con las ideologías nos dividen. Los medios de comunicación de masas y las aulas te programan para que juegues el juego de la ilusión de libertad.

Es el divide y vencerás moderno. Cuanto más ideologías, más divididos; menos peligro para la subversión del orden social establecido. Y así, no percibimos la verdadera naturaleza del estado de las cosas; crean un espíritu de época según conveniencias que nunca son aclaradas.
En lo básico, el modus operandi en las democracias occidentales es el siguiente: la izquierda otorga derechos que la derecha cuestiona. Sin embargo, cuando la derecha alcanza el poder los ratifica. Mientras tanto la derecha legisla en lo económico (por los desmanes de la izquierda), la izquierda protesta y finalmente alcanza el poder. Cuando la izquierda alcanza el poder profundiza en esas políticas económicas mientras las disfrazan mediante la propaganda y, al mismo tiempo, profundiza en los derechos otorgados con anterioridad hasta que se produce una crisis. Entonces, la derecha vuelve al poder y, así, se repite el ciclo una y otra vez.
En este orden de cosas, se ha creado una ideología invisible que en Occidente es transnacional. Este conjunto de ideas predominante han impregnado el subconsciente de una mayoría de la población. Al principio eran novedad, sin embargo, hoy forman parte del magma de ideas preconcebidas en los ciudadanos, creando un ejército de fanáticos que se adhieren a uno y otro bando en un juego identitario. Es curioso como una mayoría no percibe el engaño a pesar de que este juego ya dura décadas.

Dado que la premisa previa de una ideología no es la verdad y, por tanto, no se circunscribe a una lógica fría si no a intereses públicos partidistas e intereses ocultos no declarados, no es difícil concluir que generan una falsa comprensión de la realidad. Mentiras que, por tanto, provocan CREENCIAS IRRACIONALES, que son asumidas como una verdad tangible y concreta, que a su vez producen comportamientos irracionales y efectos perniciosos que, a través de las falacias lógicas, se aceptan como coherentes.
La televisión y los altavoces mediáticos ayudan a establecer la cristalización de este estado de la mente que en realidad es un lavado de cerebro. Fomentan el enfrentamiento como norma de actuación al imitar el ciudadano los supuestos litigios entre líderes y formaciones políticas. Así, se corrompe la democracia (basada en el consenso y la aceptación de la convivencia de ideas) por una asunción de la pugna y la batalla en la que se fomenta el conflicto y se normaliza el odio hacia los distintos. Así, el etiquetado de uno mismo y de los demás como una realidad identitaria en la que apenas hay posiciones individuales se convierte en patrón recurrente.
Cualquier tertulia política entre conocidos se transforma rápidamente en una defensa de la propia identidad debido a la esquematización que produce la economía del pensamiento basada en el yo vs. otros y es que, desde todos los ángulos, se hacen visibles las marcas de la división. Lo encontramos en las competiciones deportivas, las cuitas de las celebridades, la fama de las corporaciones del mismo ámbito, las tertulias políticas de “expertos” y un sinfín de ejemplos en los que se fomenta dicotomías y/o pugnas descarnadas. Promueven así, dilemas artificiales en un continuo bombardeo de información a través de los medios que se asumen, se integran y se normalizan como el estado natural de las cosas y que, finalmente, por mor de las técnicas publicitarias hacemos parte de nosotros mismos en una suerte de ósmosis al tomar partido por un bando.
La división en dicotomías juega un papel en esencial en el modo en que nos controlan. Desde la óptica del lavado de cerebro y de la generación de la confusión en los ciudadanos es fundamental que se asuman posiciones estéticas de la vida y el mundo por encima de los posiciones éticas. Desde el refuerzo constante del narcisismo al que somos sometidos, a los controladores del mundo se les hace sencillo el control porque parten de un estado del pensamiento en los ciudadanos generado por una FALSA CONCIENCIA.

Esta falsa conciencia se articula en un maniqueísmo de buenos y malos. Los de izquierda creen que los que apoyan a la derecha son malvados. Los de derecha creen que los de izquierdas son malvados. Ambos creen ser los buenos, justos y que desean el bien común. A estas alturas de la película aún NO COMPRENDEN QUE ESTAMOS EN UN MUNDO DE INTERESES ECONÓMICOS Y DE PODER QUE EJERCE EL CONTROL MEDIANTE EL ENGAÑO. Tanta película de Hollywood y Netflix en las pantallas produce el efecto deseado.

Asimismo, la falsa conciencia es alimentada por un ecosistema de competitividad, consumismo y desinformación. La sustitución de la convicción ética por la aspiración estética el resultado de la ideología invisible que se forma en la constelación de influencias y persuasiones en el que buscamos definirnos a nosotros mismos porque no encontramos un asidero sólido al que agarrarnos ya que el abanico de posibilidades en el mercado de la identidad es gigantesco. Todo es relativo, nada permanente.

El asunto de ética/estética es fundamental para comprender como las creencias irracionales basadas en una falsa conciencia diseñada desde la historia, las aulas y los medios operan en la actualidad. Éstas, se sustituyen el marco mental en el que se opera.

Se confunde ética con estética cuando de facto se confunde la competitividad con cooperación. El amor con deseo. La justicia con venganza y en otros muchos casos. El marco mental es el de un posicionamiento público hacia la ética, la cual, se invoca simbólicamente. Sin embargo, a la hora de actuar nos mantenemos en la estética del estatus, el ocio a través del consumo y, en definitiva, la prosecución de todo aquello que nos beneficie allende las consecuencias para otros.

En la cuestión que nos ocupa de la dicotomía izquierda/derecha supone un autoengaño invocando el bien común cuando lo que en realidad hacemos es odiar al adversario. La ética de valores universales transformados en el hecho como un actuar egoísta en el que nos mostramos puros. Una lógica de la condena mediante la estereotipación de los otros y de la salvación de nosotros mismos.
Todo esto es parte del engaño al que somos sometidos en el que nos hacen creer que estamos al frente de nuestras vidas mientras nuestro inconsciente es constantemente violado. Un totalitarismo mediante la persuasión psicológica en el que ya no percibimos la verdadera naturaleza de nuestros pensamientos.

En España (y en otros lugares del planeta) se ha hecho una obra de arte de la Ingeniería Social. Aceptamos el totalitarismo cotidiano con una naturalidad aterradora. Se acepta el orden de las cosas como una realidad inamovible y permanente. Como si fuera existente por sí misma y no un factor cultural sujeto al cambio dentro de una dimensión humana con la realidad de su naturaleza intrínseca como límite.

Al final, es una nueva versión del “muera la inteligencia” de Millán Astray sólo que nos creemos inteligentes y actuamos como tontos. Estas creencias irracionales fueron el basamento de las revoluciones políticas del S.XIX y de las guerras del XX. Hoy son basamento de la castración de la personalidad, pensamiento y sentimientos del ser humano en Occidente dentro del totalitarismo de rostro humano en el que nos hayamos inmersos.
Izquierda y derecha son parte de la arquitectura ideológica de las “democracias” occidentales y sirven para confundir y dividir. Sirven al propósito de un hechizo que te hace vivir en la mentira, en la separación de gente que podrías apreciar, que te podrían apreciar.

No aceptes que te dividan, que te separen de tu familia, amigos, vecinos, conciudadanos, compatriotas. Nadie sobra. En este barco todos somos tripulación. Incluso ellos.
Y el destino de otro es interdependiente del tuyo propio.

Puedes pasar tu vida pensando que estás defendiendo tus ideas, luego descubres que realmente estás defendiendo las ideas que plantaron en tu mente.

Bertrand Rusell 

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