Adiós a la quincuagesima sexta edición del International Festival de Cine Fantástico de Sitges. Un año más, sin pena ni gloria. Por Carlos Garcés.



Un año más y como viene sucediendo desde el 2020 o lo que es lo mismo desde la falsa pandemia y enfermedad del covid, el Festival Internacional de Cine de Sitges ha pasado porque tenía que pasar. Y nada más.

La ausencia de grandes directores e intérpretes internacionales ha sido la moneda de uso corriente en estos últimos años. En cuanto a los nacionales se puede mencionar en esta edición la presencia de José Antonio Bayona cuya última producción competirá en los Oscars de Hollywood y de actores y actrices que para mí no tienen importancia alguna pues son de la factoría del régimen que llevamos muchos años sufriendo.

Lo mejor del festival estuvo fuera de las pantallas dado que la gente supo interpretar a la perfección el papel de zombies y de muertos vivientes de la que hacen gala hoy y a diario el 99,5% de los españoles.

Como también es habitual en las últimas ediciones tampoco faltó el lavado de cerebro antes de las proyecciones con los spots sobre el cambio climático, mensajes subliminales y demás tomaduras de pelo hoy en día tan de moda.

Como nota positiva destaco la buena organización y todo el "glamour" que rodea a este tipo de eventos.

En definitiva, un año más este certamen pasó sin pena de gloria, festival que ha tenido días mucho mejores.

Carlos Garcés.
16 de octubre de 2023.

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