“La destrucción del lenguaje como herramienta del poder” por Thomas Harrington vía BrownStone Institute. Por Counterpropaganda.



“La destrucción del lenguaje como herramienta del poder” por Thomas Harrington vía BrownStone Institute


¿Has pensado alguna vez en las creencias o imágenes mentales que tu mente generaba sobre ciertas palabras cuando eras niño, antes de tener la información contextual necesaria para comprender el valor particular que tenían para los adultos a los que escuchabas utilizarlas?

Yo sí.

Por ejemplo, recuerdo una cena de Pascua con mi familia, mi tío, mi tía y mis abuelos y cómo, después de terminar rápidamente mi postre, me metí debajo de la larga mesa "sin ser visto" (guiño, guiño) decidido a desatar sigilosamente los zapatos de los adultos mientras seguían hablando sobre el estado del mundo. En un momento dado, durante mi visita a ese misterioso mundo subtabular, la conversación giró, por alguna razón, en torno a los sucesos de Turquía y Grecia.

Aunque mi yo aún pre-alfabetizado podía intuir por el contexto que hablaban de lugares lejanos, lo único en lo que podía pensar y ver en mi mente era el pavo que acabábamos de comer y la "grasa" que había visto en el fondo de la cacerola antes de que mi madre la utilizara para hacer la salsa.

Durante varios años después de aquello, esas tontas imágenes del pavo (el ave comestible) y la grasa (lo que sale de esa ave cuando se cocina) aparecían cada vez que leía sobre esos dos países u oía a alguien mencionarlos.

Con el tiempo, se desvanecieron y fueron sustituidas en mi mente por una imagen de los dos países en el mapa y por diversas imágenes históricas y culturales que, con razón o sin ella, había llegado a asociar con esos lugares.

Lo que he descrito anteriormente es un proceso natural en la mayoría de las personas cuando se trata de elementos del lenguaje que representan cosas o conceptos que no están presentes en nuestro entorno físico inmediato, una clase de fenómenos que incluye un alto porcentaje de los contenidos que aprendemos en los entornos educativos formales.

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