Sobre la participación en los asuntos de la República.Marco Tulio Ciceron.



"Ahora bien, ¿cómo es posible, una vez afirmado que el sabio no debe nunca participar en los asuntos de la República, admitir que, si el momento y la necesidad le obliga, puede, excepcionalmente, hacerlo? Sin duda, nadie podrá encontrarse en una situación más grave que aquella en que yo me encontré; y ¿qué hubiera podido hacer entonces de no haber sido cónsul? Y ¿cómo hubiera yo podido ser cónsul de no haber seguido desde la niñez una trayectoria en mi vida, merced a la cual llegué, a pesar de pertenecer al orden ecuestre por nacimiento, a la más alta dignidad? Así, pues, no hay posibilidad de servir a la República si no se está en situación apropiada, porque por muy grandes que sean los peligros que la amenacen, aquella posibilidad no se improvisa ni depende de nuestra voluntad. Lo que más me ha sorprendido siempre en los discursos de los hombres sabios es que se declaren incapaces de gobernar una nave estando la mar en calma, por no haberlo aprendido ni haberse cuidado de aprenderlo, y sin embargo, nos prometen ponerse al timón si las olas alcanzan su mayor altura. Dicen abiertamente, y lo estiman como una gloria, que no saben ni enseñan nada acerca de las normas que rigen la constitución o la gobernación de la República, y consideran que el conocimiento de estas cosas no es propio de hombres doctos y sabios sino de quienes se ejercitan en su práctica" .

La República,

Marco Tulio Ciceron



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