"SALIR DEL SISTEMA". Por Carlos Garcés.

 

SALIR DEL SISTEMA.

Con motivo de esta falsa pandemia y enfermedad hace tiempo que se escucha hablar de "salir del sistema".

Es un deseo de algunos negacionistas o despiertos que no puede llevarse a la práctica porque no se puede "salir del sistema" como pretenden para lo que me conviene y para lo demás quedarse en él. Es una de las varias incoherencias que existen también en el mundo negacionista español que además no concreta en qué consiste esa salida.

Para empezar a "salir del sistema" deberíamos apartar de nuestras vidas los móviles y el DNI porque con ellos en el bolsillo solo se sale de casa y para volver a ella. 

Después, deberíamos continuar siendo coherentes y seguir con la rebeldía y la desobediencia que a nivel individual tendríamos que haber ejercitado a diario y en nuestro entorno vital para llegar a este punto.

Y sinceramente, no veo que en el mundo negacionista o despierto español haya alguien que esté dispuesto a hacer lo antedicho.

Porque con un móvil y un DNI en el bolsillo no se sale del sistema, se permanece en él.

Porque utilizando los medios de pago conocidos y las nuevas tecnologías no se sale del sistema, se permanece en él.

Porque, no combatiendo y eliminando a quienes manejan esas nuevas tecnologías conocidas y por conocer, psicópatas criminales del gobierno oposición y de todas las instituciones del Estado sin excepción, no solamente no se sale del sistema sino que se le fortalece aún más.

Está muy bien querer "salir del sistema" y es muy respetable pero si ese deseo se tiene para justificarse uno mismo de la pasividad e inacción para combatir y eliminar al mal reinante hoy en España, ese deseo es un acto de cobardía.

Pensemos que cada día que pasa la agenda 2030 se consolida en España de una forma irreversible. 

Por otro lado, nosotros no tenemos que salir del sistema, los que tienen que salir del sistema son ellos; o mejor dicho, tenemos que echarles del sistema. Porque una cosa que se argumenta es que hay que cambiar el sistema y que el mismo es corrupto y eso no es del todo cierto. 

En primer lugar, porque no conozco sistema político en el mundo que sea perfecto.

En segundo lugar, porque lo que hace corrupto un sistema no es en sí mismo ese sistema sino las personas que están en el mismo. 

Lo he dicho muchísimas veces, haciendo un símil con el mundo de la política, los estatutos de los partidos y sus programas generalmente son muy claros pero lo que hace que los partidos políticos acaben siendo corruptos son las personas que los dirigen, no en sí esas estructuras, a pesar que es evidente que habría que cambiarlas o modificarlas pero hoy no es lo fundamental.

No olvidemos que una vez que se acabe de consolidar en España la agenda 2030, y va a ser mucho antes de lo que podamos pensar, despiertos y dormidos dentro y fuera del sistema, si lo permiten, no estaremos a salvo ni bajo tierra.

Salir del sistema es hoy por hoy una utopía en la que los que la defienden, vuelvo a repetir, tampoco tienen claro ni concretan en qué consistiría esa salida. Es lo que en Derecho llamaríamos  "conceptos jurídicos indeterminados" y que pueden tener diversas lecturas según quien los utilice.

Mantengamos, pues, los pies en la tierra para actuar como se debe y dar pasos en firme en base a la dura  realidad que estamos viviendo y no haciendo castillos en el aire en base a nobles y respetables deseos. 

Carlos Garcés.

29 de diciembre de 2022