Érase una vez un monstruo decidido a destruir una aldea. Por Luciano de Counterpropaganda.


Érase una vez un monstruo decidido a destruir una aldea.

La mayoría de los habitantes de esta aldea no lo creían, ya que el rey había sido controlado por un espíritu maligno y colaboraba con el plan de destrucción. De hecho, el rey y sus lacayos hablaban muy bien del monstruo.

Algunos de los aldeanos habían comprendido el pérfido plan y querían advertir al resto.

Los pocos miembros de la resistencia no sabían qué hacer y se pasaron las horas del día hablando en círculos y contándose unos a otros lo que el monstruo tenía planeado.

Algunos aldeanos ilustres declararon que no estaban de acuerdo con el plan de destrucción, pero se dedicaron a organizar conferencias sobre el monstruo.

Y así pasó el tiempo, sin que nadie hiciera nada concreto para detener la destrucción de la aldea.

¿Qué crees que ocurrió con la aldea de esta historia?

(Cualquier referencia a hechos y personas reales no es casual)

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