HABLAN SIN QUERER VER. Por Carlos Garcés.

 

HABLAN SIN QUERER VER.

A veces veo comentarios, no sólo en este espacio sino en general en el mundo negacionista o despierto, de personas que con muy buenas intenciones y con nobles sentimientos hablan de hacer cosas, por crear una nueva sociedad, más justa,  por salirse del sistema y por poder llegar a ser libres. 
Yo  lo comparto y les apoyo, ¡quién no!

Pero hablan como si estuvieran en otro mundo paralelo a este y que nada tiene que ver con el que vivimos. Y sobre todo observo que las acciones no se corresponden con las palabras. No se actúa con la coherencia debida entre lo que se piensa, lo que se dice, lo que se hace y lo que se exige a los demás.

Hablan como si estuviéramos en una sociedad libre en la que pudiéramos hacer y deshacer lo que quisiéramos.

Hablan sin querer ver que lo que antes se podía hacer porque no estaba expresamente prohibido  hoy hay que pedir permiso para hacerlo.

Hablan sin querer ver que estamos en manos de una psicópata y criminal casta política e institucional que lo controla todo, absolutamente todo, y que ya no hay resquicio que se les escape de ese control.

Hablan sin querer ver que las nuevas tecnologías que se están utilizando y se pretenden utilizar para esos fines son las que han hecho que hoy seamos menos libres, menos saludables,  con menos Derechos y más controlables que, por ejemplo, lo éramos hace veinte años.

Hablan sin querer ver que esos móviles, que ese Internet, que esas tarjetas de crédito, etc  están en manos de unos psicópatas y criminales que son los mismos que nos están enfermando y asesinando y que las están utilizando a diario en contra nuestra.

Hablan sin querer ver que no todos los que se hacen pasar por negacionistas o despierto lo son. Piensan que tienen esos mismos objetivos altruistas que ellos y que buscan lo mejor para la sociedad.

Hablan sin querer ver que mientras continúe toda la casta política e institucional, sin excepción, vamos a ir de mal a peor como llevamos varios años comprobando a diario.

Hablan sin querer ver lo que señala el dedo y como si no tuviéramos un cáncer en fase terminal al que hay que eliminar si no queremos que él continúe acabando con nosotros.

Hablan como si estuviéramos en una sociedad libre.

Hablan mucho, improvisando a diario, dando vueltas, continuando sin coger el toro por los cuernos y sin querer  hacer lo que se debe, lo primero, lo importante, lo fundamental.

Carlos Garcés
28-09-2022






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