SIGO PENSANDO LO MISMO
(Martin Sánchez / Reflexiones desde la trinchera)
En marzo de 2020, mientras todos los medios de comunicación oficiales repetían al unísono que había un virus letal que venía de China y se estaba extendiendo por el planeta en forma de pandemia, yo afirmé que era mentira, que no existía tal virus, y que la “pandemia” era un relato de ficción, a día de hoy, ningún laboratorio del mundo ha podido demostrar la existencia de ese patógeno, ni de esa supuesta pandemia.
Cuando el gobierno de este país decretó que había que encerrarse en casa por el bien común y para evitar los contagios, yo dije que eso era un atropello inadmisible contra nuestros derechos, además de una payasada sin base científica, y me negué a aceptarlo, después de dos años, el tribunal constitucional acabó reconociendo que ese decreto había sido ilegal.
Cuando las autoridades sanitarias aseguraron que el uso del bozal era fundamental e imprescindible para no contraer esa enfermedad ficticia a la que llaman Covid 19, yo me descojone de risa y hasta hice una canción titulada “Quítate el bozal”, después de 25 meses sin haberme puesto ese trapo en la cara, mi salud está perfectamente, incluso mejor que antes.
Cuando los supuestos “expertos” sentenciaron que solo saldríamos de su “terrible pandemia” acudiendo en masa a inyectarnos esa basura cientificista a la que llaman vacuna, yo por supuesto me abstuve, argumentando que las vacunas no cumplen ninguna función biológica, además de ser innecesarias, ineficaces y peligrosas, a día de hoy tenemos las salas de urgencias, las ucis y los cementerios plagados de gente vacunada.
Cuando los medios de comunicación del régimen nos aseguraron que necesitaríamos un “pasaporte covid” para acceder a bares, restaurantes, cafeterías etc, yo dije que eso era un farol, y que no duraría mucho, hoy, no queda ni rastro de ese famoso certificado, todas las empresas que intentaron imponerlo han visto como la ruina económica llamaba a su puerta, y han tenido que desistir.
No creo en bichos imaginarios, no creo en patologías ficticias, no creo en unicornios voladores, no creo en el estado, no creo en el sistema, no creo en ninguna ideología política, no creo en el cientifismo, no creo en los expertos del gobierno, ni en amenazas fantasmas o enemigos invisibles.
Sigo pensando exactamente lo mismo que en marzo de 2020, con la única diferencia de que ahora, tengo la absoluta evidencia de que estaba en lo cierto, porque los hechos así lo han demostrado, y lo mejor de todo es que no soy el único, somos millones de personas en todo el planeta compartiendo este pensamiento crítico, basado en la investigación, el debate interno, la ausencia de prejuicios, y el instinto de supervivencia, o dicho de otra manera, basado en algo tan simple como la lógica, la intuición y el puto sentido común.
Feliz semana a todos los disidentes, desobedientes y antiglobalistas del planeta, energía y Rock and Roll, la cabeza alta y la cara descubierta siempre!!!!
Mártin Sánchez 18-04-2022
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