ROMA NO PAGA TRAIDORES (Reflexiones desde la trinchera / Mártin Sánchez).




ROMA NO PAGA TRAIDORES 

(Reflexiones desde la trinchera / Mártin Sánchez)

La traición es uno de los actos más repugnantes y abyectos que puede cometer un ser humano, es un atentado flagrante contra el honor, la lealtad y la honestidad, cuando alguien utiliza la mentira y la manipulación para conseguir un objetivo personal en detrimento de quienes le han otorgado su confianza, se convierte en un ser ruin y despreciable, en el sentido más estricto de esas palabras.

El gobierno de este país, cumpliendo ordenes de la mafia usurera internacional, con la complicidad de los medios de comunicación y de la comunidad medico-científica, ha sido participe de una de las mayores estafas ecuménicas perpetradas en los últimos tiempos, con el objetivo de quebrar por completo los sectores estratégicos de esta y otras naciones, para convertirlas de forma irreversible en estados esclavizados a titulo de perpetuidad.

Para ello se han valido del caos generado por una falsa pandemia, decretada en base a un supuesto agente patógeno sin identificar. Cuando una institución pública actúa en contra del pueblo, para favorecer intereses externos, condenando a su propio país al desastre financiero, la ruptura social y la perdida absoluta de su soberanía, podemos afirmar, sin temor a equivocarnos que esa institución estaría cometiendo un delito de alta traición. 

Cuando los medios de comunicación de un país, siguiendo instrucciones de las autoridades políticas y sanitarias emiten información falsa, imprecisa y contaminada, con la clara intención de sembrar el pánico para poder justificar restricciones de movilidad, recorte de libertades y vigilancia policial, podemos asegurar que esos medios estarían siendo cómplices de un delito de alta traición. 

Cuando el colectivo sanitario de ese mismo país, colabora activamente para sostener esa mentira, falseando datos, omitiendo pruebas y saltándose su propio código deontológico, podemos afirmar también que ese colectivo estaría implicado en un delito de alta traición. 

En mi caso personal no siento odio hacia los actores e instituciones participes de esta trama infame, porque eso sería dotarles de un poder y un valor que no poseen en realidad, lo que siento es el más absoluto de los desprecios, hacia todos ellos y lo que representan, con la completa certeza de que pagarán por sus delitos, más temprano que tarde. 

Señores políticos, señores periodistas y señores doctores, apóstoles de la corrupción y el engaño, han querido jugar con los grandes, a las ordenes del crimen organizado internacional, pero les ha salido mal, su farsa se desmorona irremisiblemente, y se les va a caer el mundo encima, así que cuando acudan a sus "jefes" en busca de ayuda, no se extrañen si reciben por respuesta aquello de "Roma no paga traidores" porque en el mundo del hampa, cuando los planes se tuercen, nadie conoce a nadie, y cuando eso suceda, y sucederá muy pronto, no duden en que estaremos esperándoles al otro lado del tablero para hacer que respondan por cada uno de los crímenes que han cometido. 

Abrazos para todos los rebeldes y desobedientes del planeta, energía y Rock and Roll, la cabeza alta y la cara descubierta siempre!!!!


Mártin Sánchez  

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