Los daños no solo de la vacuna sino de todas los demás aberrantes y criminales protocolos genocidas son irreversibles e irreparables. El mal que se ha causado y continúa produciéndose no tiene vuelta atrás.
Todos los partidos políticos, todas las instituciones del Estado y los 350 genocidas diputados van a tener que pagar muy caro estos crímenes por lesa humanidad.
Pero no olvidemos que estos niños y jóvenes que hoy están en las escuelas siendo educados en la barbarie, en las distancias, con bozales, deshumanizados por completo, con vacunas, etc etc, en muy pocos años harán buenos a los gobernantes de hoy. Y los responsables serán los cobardes, corruptos y cómplices del mal de sus padres, dormidos y despiertos.
Espero y deseo que estos padres en unos años prueben su propia medicina y las barbaridades y atrocidades que están permitiendo y engendrando.
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