El hijo de Roberto Carlos fallece a los 52 años. Un nuevo golpe en la dura y trágica vida del cantante.

 



El hijo del cantante Roberto Carlos fallece a los 52 años

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por hola.com

El artista Roberto Carlos atraviesa una de sus etapas más complicadas a causa del fallecimiento el pasado miércoles de su hijo, Roberto Carlos Braga, que tenía 52 años, padecía cáncer y era conocido popularmente como Dudu. Ha sido el propio cantante brasileño, considerado un auténtico referente de la música latina, quien ha compartido la triste noticia. "Dudu, para nosotros eres inolvidable e irremplazable. ¡Nos vemos pronto!", ha dicho junto a un vídeo compuesto por diferentes imágenes que repasan la vida de su hijo, incluyendo el día que le cogió en brazos por primera en el hospital nada más nacer, su crecimiento y los momentos inolvidables que han vivido juntos tanto en el terreno personal como en el profesional.

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Además de las palabras del intérprete de temas tan conocidos como Lady LauraUn millón de amigos o El gato que está triste y azul el centro médico en el que han estado tratando a su hijo, que era productor musical además de locutor y batería de un grupo musical llamado RC na veia, también ha hecho un comunicado. "El Hospital Israelita Albert Einstein comunica, con pesar, el fallecimiento del señor Roberto Carlos Braga II (Dudu Braga), a las 14:21 horas, como consecuencia de un cáncer. El paciente fue sometido a una serie de hospitalizaciones por quimioterapia y cirugía", indica el documento firmado por el oncólogo Fernando Maluf.

Tal y como recoge el diario O Globo en conversación con el asistente de Roberto Carlos, el artisa, que hace justo una década perdió a su hijastra Anna Paula Rossi, está "devastado" por la muerte de Dudu Braga, quien fue diagnosticado tiempo atrás de un cáncer de páncreas y de peritoneo. Además, tenía una discapacidad visual que jamás supuso un obstáculo. En su propia web explicaba que se sentía un privilegiado por las facilidades que tuvo para buscar posibles soluciones a su problema y que su carácter alegre no le permitió nunca deprimirse por su problema sino que optó por adaptarse para vivir lo mejor posible. 

El locutor, que ha presentado durante muchos años el programa radiofónico As Canções que voce made for me, fue despedido por sus seres queridos en el barrio de Bela Vista de São Paulo, donde se celebró una misa a la que asistieron tanto su padre como su viuda,  la bloguera Valeska Braga, y sus tres hijos, Laura, Giovanna y Gianpietro (estos dos últimos nacidos de una relación anterior). En la despedida, que fue oficiada por el sacerdote Antonio María, estuvieron presentes también algunas personalidades del país como el actor Tom Cavalcante y su esposa, Patricia Lamounier. Para este último adiós, Roberto Carlos cumplió con la última voluntad de su hijo y asistió según el citado diario con la camiseta del Corinthians, equipo del que era fanático y que también ha lamentado públicamente su pérdida.

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Su última gran alegría

Hace poco más de un mes, el productor musical vivió un bonito momento al dar el "sí, quiero" a su pareja, con la que llevaba 17 años de relación y con la que había sido padre por tercera vez de la pequeña Laura. Fue la revista Caras quien mostró en exclusiva las imágenes de este enlace íntimo y discreto que ofició el mismo sacerdote que ha estado en su despedida. "Lo pospusimos por mucho tiempo y como me enfermé, hubo una preocupación. Además, Laura tiene 5 años, está creciendo y pudo traer los anillos, es muy especial", explicó él muy emocionado. Durante la celebración destacó la participación de Roberto Carlos, quien interpretó unas canciones para los contrayentes, a los que dedicó también unas bonitas palabras: "Les deseo mucha felicidad, alegrías, salud, paz y amor. Mi hijo es mi ídolo".


El signo trágico en la vida de Roberto Carlos


22 de noviembre de 2015 


Por Redacción de El País



Desde chico, Roberto Carlos ha sido perseguido por algún signo trágico: su accidente a los 6 años y la pérdida de dos de sus esposas por cáncer.


Roberto Carlos tuvo que rendirse ante la intransigencia de la muerte. Terminó por entenderlo cuando un cáncer de seno le arrebató a su primera esposa, Cleonice Rossi, con quien tuvo a tres de sus hijos. 


Luego de 12 años de matrimonio feliz, la pareja se divorció. Pero Roberto acompañó la agonía de su primer amor mientras ella iba apagándose lentamente hasta fallecer cuando no completaba aún los 40 años. 


La escena le era familiar: a los 25 años había enterrado ya a María Lucila Torres, con quien mantuvo un intenso romance  y de cuya relación nació Rafael, el mayor de sus hijos, a quien solo reconoció meses antes de que María muriera por un cáncer de mama.  


Y la desdicha se las arregló para encontrarlo nuevamente,  años más tarde, y dejarlo ante el doloroso padecimiento de Roberto Carlos II o ‘Segundinho’, su hijo, quien acabó ciego a causa de otro cáncer, esta vez en la retina.


Pero como ha sido siempre un hombre de corazón fácil, Roberto Carlos quiso endulzar con una cucharada de amor el vinagre de sus desgracias y se casó de nuevo, con una bella novia de juventud con quien tropezó  ya  en la madurez: la carismática maestra María Rita Simoes, a quien se refería “como la mujer de su vida” y con quien estuvo unido por tres años.


Porque en 1999 el artista volvió a encontrarse con  la tragedia. María Rita con apenas 38 años perdió, también, su batalla contra el cáncer. Solo había transcurrido una década desde la desaparición de Rossi.  


Pulverizado por el dolor, el cantante  más vendido de todos los tiempos en Brasil  pensó en el retiro musical y en irse de monje. Incluso “estuvo  cerca de diez años sin cantar”, tal como lo recuerda Fabiola Fajardo, quizá una de sus admiradoras más fervorosas en Cali, dueña de una colección en la que atesora unos  30 trabajos discográficos del hombre ‘del millón de amigos’.


Fabiola recuerda que tras la muerte de María Rita, se supo que el artista veló el cuerpo de su amada en el propio hospital donde falleció para no exponer a su familia al acoso de los medios y en esa misma intimidad, rodeado de los suyos, le  cantó a su esposa muerta en un concierto solemne.


Años después, la presión de varios personajes de la industria musical, con quienes gestaría álbumes y giras entrado el siglo XXI, desistió. 


Roberto Carlos en todo caso ha sido perseguido desde chico por un sino trágico. De niño, a los 6 años, perdió parte de su pierna derecha por culpa de un accidente de tren y las precariedades del hogar en el que creció -en su natal Cachoeiro de Itapemirim, una pequeña ciudad del estado de Espíritu Santo- lo alejaron de la posibilidad temprana de una prótesis.


Su biógrafo Paulo César Araújo define, a su manera, esa vida marcada constantemente por la fatalidad: “Pocos seres humanos han vivido experiencias tan fuertes y dramáticas como Roberto Carlos. Perder una pierna, perder al gran amor de su vida y haber sido el más famoso artista brasileño son experiencias muy fuertes para una sola persona." 

Roberto Carlos no es sólo un excelente cantautor, su orquesta es considerada de cualquier cantante en la historia. Su formación original era de 32 músicos de los cuales Roberto bajó a 16 con la aparición de los sintetizadores. La fama de la orquesta proviene de una vez que tuvieron que acompañar a Frank Sinatra luego que sus músicos resultaran intoxicados y Roberto le dijo a Frank que sólo les colocaran las partituras y ellos le acompañaría, así sucedió y Sinatra confesó que jamás había tocado con una orquesta igual.


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