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No existe evidencia científica contundente que avale el uso de barbijos en personas sanas para evitar el contagio de ningún coronavirus, mucho menos trapos contaminados con infinidad de gérmenes.
Es irrefutable que respirar con la boca y la nariz semitapadas favorece el fenómeno de "rebreathing" por el cual las personas en lugar de inhalar aire fresco con cada respiración vuelven a incorporar Dióxido de Carbono, desecho tóxico de nuestro metabolismo celular.
Por su parte no son menores la incomodidad que ocasiona el uso de tapabocas y su impacto negativo a nivel psicológico y social.
El uso de barbijos y /o máscaras estériles está indicado para pacientes enfermos que estén cursando un cuadro respiratorio y para nosotros los profesionales de la salud a la hora de atenderlos o realizar procedimientos invasivos que requieren medidas de máxima antisepsia y esterilización.
Esto es lo que pensamos la casi totalidad de los médicos, y digo casi totalidad porque existen algunos que parecen seguir defendiendo medidas absurdas como esta ya sea por ignorancia o por repudiable anuencia política.
En nuestro país la correcta indicación de los barbijos que aquí expongo está avalada por miembros de la Sociedad Argentina de Infectologia. Así mismo pueden encontrarla en la misma página de la OMS.
No es cierto que las personas asintomáticas transmitan infecciones por coronavirus al hablar.
Está bien establecido que este virus al igual que otros se transmite desde personas enfermas a sanas a través de gotitas con secreciones infectadas eliminadas únicamente por la tos o el estornudo.
Así mismo un sano puede contagiarse si llegara a tocarse las mucosas de la cara (conjuntivas, nariz y boca) con las manos infectadas, de ahí la importancia de un lavado correcto y frecuente con agua y jabón como medida preventiva elemental.
El concepto de que con este virus existiría un contagio sigiloso por medio de personas sin síntomas deriva de presunciones a partir de resultados de estudios recientes absolutamente cuestionables desde lo metodológico, estudios que no aportan evidencia suficiente como para recomendar el uso de barbijos en la población general como tampoco la continuidad de cuarentenas como estas que estamos padeciendo.
No obstante dichos estudios llevados adelante por tecnocratas vinculados a actores de poder sí sirven para que muchos gobiernos autoritarios y mercenarios de la tecnocracia globalista sigan intentando justificar la continuidad de medidas perniciosas de sometimiento.
A vos, colega honesto que sé estás de acuerdo, tu voz tiene mucho valor. Hacete escuchar.
Leonardo Gonzalez Bayona.
Médico Especialista en Medicina Familiar.
M.N. 97.300
Nuevamente, compartir por favor.
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