DECIR LA VERDAD NO ES CREIBLE. Por Emilio Utgés.


"EN ESTA TORRE DE BABEL QUE SE HA CONVERTIDO ESPAÑA DECIR LA VERDAD NO ES CREIBLE.

Quienes me leen, podrán aseverar que mis artículos siempre lo hago en primera persona. No soy como el periodista que habla de su país, como si fuese ajeno a el. Me gusta mojarme. Aunque con ello tenga que narrar vivencias personales. No tengo complejo por ello, en esta sociedad tan hipócrita que solo vive de la fachada. Todo lo que critican les sucede a los demás y eso a mi me repele.

Con la verdad por delante se pierden muchos amigos en la actualidad. No escribo ni por los comentarios, ni por los “me gustas”. Como hoy la gente no le gusta reconocer sus errores, tengo que defenderme a mi mismo. Y eso solivianta a muchos, que te toman por egocéntrico. Desde que empece a escribir en FB, que me han tachado de catastrófista. Muchas de las cosas que suceden hoy, ya las anunciaba hace más de una década. Nadie se ha disculpado por ello.

Vivimos en una sociedad tan envilecida que, es muy fácil de descalificar a un viejo, pobre y solo. Si me tocara la “Primitiva” me saldrían mas amigos que en FB. Es muy difícil en estos tiempos vivir sin pertenecer a ningún partido. Es el aislamiento total. No se percibe lo que es. Un espíritu libre, que no esta condicionado. Me considero extremadamente honrado, noble, leal y honesto. 

Todo este juego de palabras para lamentar que mi sinceridad con ustedes, es la misma que tengo con los amigos a los que conozco y habitualmente hablo con ellos de bis a bis. Me figure que un par de artículos sobre unos fenómenos no explicables a los cuales denomine como “milagros”. Han producido una cadena de “amigos” que me han eliminado. Mis “enemigos” que con perfiles falsos entran en el mio, les di baza con ello para desacreditarme. Es fácil de suponer sus comentarios. Todos relacionados con mi salud mental. No tengo ideas “mesiánicas” como los politicos.

Desde joven que en vez de preocuparme de ir al dentista, gimnasio, hacer dietas. Lo hice por conocer  mi estado de salud mental. Y puedo afirmar que gracias a Dios, no me han detectado hasta la fecha ningún síntoma. Me gustaría a mi saber como están de facultades esos que por razón de edad ya presuponen esos achaques. 
Que a un anciano se le quemen unas patatas en la freidora. Es alarmante. Como si a nadie le hubiese sucedido la quema de algún alimento. Sin embargo eres joven, todo el día tomas alcohol y drogas y nadie se alarma. Hasta que matan a alguien. 

Yo seguiré como siempre. No tengo que autocensurarme por el que dirán o pensaran. Mas cuando siempre digo la verdad y me adelanto en mucho a los acontecimientos, porque pienso, razones, reflexiono y hago uso del sentido común.

Aprovecho la ocasión para decir que ilustro muchas veces mis artículos con fotos mías de joven. Obedece a dos cosas. Una porque la juventud cree que los viejos, ya nacimos viejos. Otra porque piensan además que estamos todos “delirando”."

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